El opositor Juan Pablo Guanipa consideró este sábado que el endurecimiento de políticas migratorias en algunos países de Suramérica ha derivado en que ciudadanos de Venezuela tomen la opción de atravesar la selva de Darién, entre Colombia y Panamá, para llegar a destinos como Estados Unidos.
«Muchos países de Suramérica, con la excepción de Colombia, cuya política migratoria solidaria ha sido un ejemplo para el resto del continente, han endurecido sus políticas para los migrantes, por lo que los venezolanos se han visto en la necesidad, motivados por la desesperación, de cruzar la selva del Darién», aseguró el exdiputado en una nota de prensa.
Guanipa responsabilizó al gobierno de Nicolás Maduro de la crisis migratoria del país. Recordó que más de seis millones de venezolanos han salido del territorio, poniendo en «riesgo sus vidas».
«En los últimos meses, hemos sido testigos de los dramáticos testimonios de venezolanos tratando de cruzar el Darién. Niñas y mujeres violadas. Hombres muertos y mutilados por el camino. Compatriotas de todas las edades que mueren por hambre en esta travesía. La Selva del Darién es una de las fronteras más peligrosas del continente», apuntó.
Llamado de Juan Pablo Guanipa
En este sentido, instó a los países de la región a «reflexionar» sobre los mecanismos de atención a la diáspora venezolana.
«No es con visas o muros como se soluciona la migración venezolana, es derrotando a Maduro y recuperando la democracia en Venezuela», concluyó.
En el primer cuatrimestre del año, cerca de 19.000 migrantes irregulares que viajan hacia Norteamérica llegaron a Panamá tras cruzar la peligrosa jungla del Darién, siendo los venezolanos la nacionalidad predominante, según los registros del Gobierno panameño.
Durante la segunda semana de este mes, cuatro migrantes venezolanos fallecieron al intentar cruzar esta selva, denunció la oposición.
Según la última actualización de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para los Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), del pasado 12 de julio, 6.150.000 personas, aproximadamente, han abandonado el país. De este número 5.090.000 viven en América Latina y el Caribe.