Un grupo de jóvenes de la congregación de la iglesia Metodista El Maestro, de los estados Táchira y Bolívar, se encontraban el viernes 23 de septiembre en una excursión en la aldea Potrero de Las Casas del municipio Lobatera cuando fueron sorprendidos por la creciente de la quebrada La Molina.
Todo comenzó cuando 21 feligreses de la región andina recibieron en el club Potrerito a otras 11 personas que viajaron desde Puerto Ordaz para una actividad religiosa denominada Segundo Campamento de la Federación de Jóvenes Metodistas de Venezuela del Ciemve (Concilio de Iglesias Evangélicas Metodistas de Venezuela) que se desarrollaría del 22 al 25 en una posada de la aldea.
En horas de la tarde del viernes, 26 de ellos salieron a explorar los alrededores.
En medio del paseo, el caudal de la quebrada La Molina aumentó considerablemente debido a las fuertes lluvias y los jóvenes quedaron separados en varios grupos. Algunos intentaron buscar un camino de retorno alterno, para no cruzar por las aguas turbulentas, pero esto hizo que se alejaran por la montaña.
Miembros de Protección Civil Táchira recibieron la alarma sobre la desaparición del grupo de personas, por lo que iniciaron inmediatamente la búsqueda. Ayudados por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana, fueron encontrando poco a poco a la mayoría de los jóvenes, quienes presentaron síntomas de hiportermia.
Al amanecer del día sábado, las autoridades confirmaron que 10 de las personas que no pudieron cruzar la quebrada de regreso se mantenía desaparecidas, mientras que el resto se encontraba recibiendo atención médica.
El gobernador del estado Táchira Freddy Bernal, en compañía de la alcaldesa de Lobatera Natalia Chacón y de un equipo multidisciplinario, confirmó horas después el hallazgo de algunos cuerpos sin vida y que seguían en la búsqueda del resto de los desaparecidos.
Más de 60 funcionarios se sumaron a la búsqueda el domingo, así como de voluntarios y familiares. Se contó con siete vehículos, seis motos y dos drones.
Las víctimas
Para la noche del domingo habían recuperado 8 cadáveres de las 10 personas que fueron arrastradas por la quebrada La Molina.
Las víctimas son: Elian David Navas, de 25 años de edad y Leonela Carrillo de Navas, de 21 años, los cuales eran esposos. Leydi Suárez de 19 años de edad y Eliany Pineda de 15 años. Los hermanos Karina Franchesca Grizales Nieto, de 12 años, y Frayer Grizales Nieto, de 17 años; y Valentina Ruiz, de 15 años de edad y Víctor Ramírez, de 27 años, ambos de Puerto Ordaz.
Siguen desaparecidos los tachirenses Anny Monsalve, de 21 años; y John Jáuregui, de 23 años, de acuerdo con el diario La Nación.
Yesnardo Canal, director de Protección Civil Táchira, informó que mantienen un patrón de búsqueda de 12 kilómetros aguas abajo del punto.
Felipe Cruz, tío de Leidy Suárez, una estudiante de enfermería de 19 años fallecida, aseguró que tanto ella como sus compañeros en la congregación estaban contentos de servir a Dios.
«Los muchachos que estaban ahí servían a Dios, eran niños preparados, algunos profesionales y otros estaban estudiando en la universidad», relató a AFP afuera de la morgue de San Cristóbal.
Afligido, Martín Carrillo aseguró que tanto su hija, una psicóloga que prestaba servicio en un hospital público, como su yerno, murieron arrastrados por la corriente.
«Ellos estaban en un retiro espiritual, decidieron ir a bañarse al río y vino la crecida y se los llevó», dijo mientras esperaba acompañado de varios familiares la entrega de los cuerpos.
En lo que va de 2022 en Venezuela se han registrado lluvias por encima de promedios históricos que han ocasionado inundaciones en varios estados. Autoridades lo atribuyen a la incidencia del fenómeno climático La Niña.