Jacqueline Faría, nombrada por el régimen jefa de gobierno del del Distrito Capital, opinó que Baltazar Porras, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, politizó el acto de exhumación de los restos de José Gregorio Hernández.
«Fue una ceremonia muy hermosa, llena de música, de religiosidad, de compromiso y sentimiento de paz, salvo el pequeño detalle de Baltazar Porras que no se ubicó bien. Creyó que era un acto político y dijo las cosas que siempre destrozan los actos de religiosidad. Él dijo que no había libertad en el país, y tuvo la libertad de decirlo impunemente en un acto como este», manifestó Faría.
Según la funcionaria, otras intervenciones sí estuvieron totalmente a tono con la ceremonia. «Con un pueblo que ama a José Gregorio Hernández, con un pueblo que está feliz y esperanzado. No como dijo Baltazar: ‘un pueblo sin esperanza y hambriento’. Sí, tenemos necesidades pero por culpa del imperio, pero las estamos solventando con nuestro presidente Nicolás Maduro».
La exhumación de José Gregorio Hernández
Los restos del médico de los pobres, del que muchos ciudadanos del país son fervorosos devotos, los exhumaron este lunes. Es un paso necesario antes de la beatificación que autorizó el papa Francisco en junio.
Este es un requisito exigido por El Vaticano para constatar si allí está enterrado el futuro beato y verificar si todo coincide con el acta que se redactó tras una primera exhumación en 1975, detalló la Conferencia Episcopal Venezolana.
Ese año, los restos de José Gregorio Hernández fueron trasladados del Cementerio General Sur en Caracas a la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, donde reposan.
Durante el acto, médicos patólogos, especialistas y los fiscales jurídicos de la iglesia, que actúan como testigos forenses, inspeccionaron los restos del médico, que de acuerdo con los planes será beatificado en el primer trimestre de 2021.