El estratega político venezolano J. J. Rendón, responsable del Comité de Estrategia del presidente encargado Juan Guaidó, admitió este miércoles haber firmado un contrato con un representante de la contratista militar Silvercorp, Jordan Goudreau, al que pagó 50.000 dólares, para que llevara a cabo un ataque que terminara con la detención de varios funcionarios del régimen de Nicolás Maduro.
«Era una exploración para ver la posibilidad de capturar y entregar a la justicia a miembros del régimen con acusaciones, orden de captura, etcétera», reconoció Rendón en una entrevista con la cadena de noticias CNN en español en la que sostuvo que Guaidó no firmó el acuerdo y que Goudreau finalmente no recibió luz verde para la operación.
Juan José Rendón aseguró que se trataba de un acuerdo preliminar que no llegó a hacerse efectivo.
Una versión acorde con la de los detenidos
Entre el domingo y el lunes, el régimen interceptó dos supuestos intentos de intervención marítima en los estados Aragua y Vargas, en los que murieron 8 personas y fueron detenidas otras 18.
Entre los arrestados se encuentran dos ciudadanos estadounidenses, Airan Berry y Luke Denman, ambos ex militares, que contaban con una identificación de Silvercorp, según las pruebas difundidas por el régimen de Maduro.
Denman aseguró que tenía órdenes de tomar el control del aeropuerto cercano a Caracas, para enviar a Maduro a Estados Unidos, donde es buscado por varios delitos relacionados con el narcotráfico.
En un interrogatorio, cuyo video fue difundido por Maduro, Denman explicó que su parte del plan consistía en establecer una propia seguridad, comunicarse con las torres del aeropuerto que sirve a Caracas y «hacer entrar los aviones».
«Uno de esos aviones era para tomar a Maduro y llevarlo hasta Estados Unidos», añadió.
El acuerdo era amplio, pero preciso
En la entrevista, J. J. Rendón explicó que hasta el momento solo se han mostrado 7 de las 8 páginas del acuerdo firmado, que tenía 42 páginas de anexo.
«En ellas se explicaba el propósito exploratorio de ese acuerdo que no llegó a ser ejecutado, perfeccionado. Entiéndase, no se avanzó en ninguno de los preámbulos para que se hiciera efectivo», abundó el estratega, que ha desarrollado buena parte de su carrera política en Colombia.
De acuerdo con su versión, tenían el encargo de analizar todos los escenarios posibles para el cese de la usurpación.
Por eso, abordaron el tema con Goudreau, pero no «era una cosa pública, no era para estar hablando en medios, se mantiene con discreción».
Es en ese contexto en el que se produjeron «muchas reuniones que se hicieron en esa época para determinar la factibilidad en todos los aspectos: jurídico, militar, económico, financiero, internacional, diplomático, de una eventual acción de captura», resaltó J. J. Rendón.
Respuesta al no controlar una fuerza policial
«El gobierno legítimo del presidente Guaidó no controla una fuerza policial en el país, con lo cual se analizaron todos los escenarios, alianzas con otros países, acciones propias, de gente de adentro que desconozca a Maduro y se pliegue a la Constitución, el uso de eventuales actores que estaban afuera o de militares retirados», comentó.
Y subrayó: «Como bien dijo el presidente Guaidó, estamos analizando cosas por encima de la mesa y por debajo de la mesa«.
Sin embargo, aseguró que, pese a la firma del contrato y el pago, posteriormente le notificaron a Goudreau que se cancelaba el contrato pero entiende que el contratista asumió que estaba vigente y trata de ampararse en esta operación suicida.
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