A pocos días de entregar su mandato, el presidente de Colombia, Iván Duque, aseguró «no sentirse frustrado» por no haber visto «la caída de Nicolás Maduro».
«No me frustra, me hubiera gustado, pero no me frustra porque voy a estar vivo para verla», dijo durante una entrevista para el medio colombiano NTN24.
«Uno en la vida no puede tener frustraciones sino perseverancia. Cuando uno ve a un país sufrido, cuando se ve lo que hay en la frontera, cuando ves a una familia entera migrando, uno tiene que sentir de corazón ese anhelo de que termine», indicó.
Duque, en este sentido, consideró que lo peor que puede pasar es que el «mundo caiga en el trueque de dictadura por petróleo». Además, lamentó que otros gobernantes han apoyado a Maduro cada minuto de su gobierno con tal de no aceptar lo que pasa en Venezuela.
«Esa crisis a Colombia le ha hecho un daño tremendo», señaló.
El presidente colombiano manifestó que prefiere no tener ni un solo barril de crudo de Venezuela pero que «retorne la democracia al país».
Dijo que si Colombia llegara a comprar petróleo a Venezuela, Maduro ganará tiempo.
«Ese tiempo es un tiempo en desgracia para las familias venezolanas. Ojalá que el mundo entendiera que ese es el debate moral», agregó.
Incluso manifestó que es preferible buscar esos 2 millones de barriles de petróleo en otro lado o ayudar a Colombia a producir más (… ) que permitirle a «semejante delincuente seguir acabando con el pueblo venezolano como lo está haciendo».
Iván Duque, que dejará el cargo el 7 de agosto, siempre ha insistido en que Venezuela debe celebrar elecciones para retornar a la democracia. Hasta ahora, más de dos millones de migrantes venezolanos están en Colombia porque huyeron en busca de mejores oportunidades en educación, salud y trabajo.
«A ellos, y a todos los venezolanos, les decimos que aquí estamos quienes creemos en las instituciones, y que son las elecciones libres la única manera como debe retornar la esperanza a Venezuela», dijo recientemente el mandatario colombiano.
Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros que está cerrada al paso de vehículos desde agosto de 2015 por orden de Maduro y según el presidente electo del país vecino, Gustavo Petro prometió reabrir cuando asuma la Presidencia.
De hecho, el 27 de junio Maduro aseguró que trabajará para lograr «la hermandad, la cooperación y la unión» con Colombia cuando tome posesión Petro.