Un complejo juego del gato y el ratón se desplegó en las últimas dos semanas en Petare, uno de los barrios tristemente célebres del este de Caracas, lo que revela cómo el régimen de Nicolás Maduro intenta manipular las rivalidades entre bandas para mantener su autoridad en zonas claves, señaló InSight Crime.
Una muestra de dicha manipulación parece haberse presentado durante dos semanas entre abril y mayo de 2020. El líder pandillero Wilexis Alexander Acevedo, alias Wilexis, se ha convertido en la autoridad de facto en Petare, un extenso barrio popular cerca de Caracas, Venezuela, y supuestamente ha apoyado a la oposición. Para controlarlo, el régimen parece haber liberado de la cárcel a uno de sus supuestos rivales, René Tovar Uribe, alias El Gusano, a quien envió para que se enfrentara con Wilexis.
Autoridad en Petare
Desde 2017, el barrio popular José Félix Ribas en Petare, sector periférico en el área metropolitana de Caracas, ha estado bajo el control de alias Wilexis. Las informaciones de prensa relatan que el delincuente reemplazó la autoridad del barrio, que imparte justicia, controla la prestación de servicios claves, impone el confinamiento por el coronavirus e incluso protege a los locales comerciales de los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad.
En 2019 hubo protestas como respuesta a varios procedimientos de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) en Petare, y los acusaron de un alarmante número de ejecuciones extrajudiciales. Según el Monitor de Víctimas, las FAES fueron responsables de 43 muertes en Petare entre enero y septiembre de 2019. Wilexis fue instrumental en la organización de esas protestas, para las cuales convocó a los residentes de José Félix Ribas mediante mensajes de WhatsApp a salir a las calles, según El Pitazo.
Pero en las últimas semanas, ganaron terreno los esfuerzos dirigidos a capturar a Wilexis. A finales de abril, supuestamente un antiguo líder de una banda regresó al José Félix Ribas para disputarle el control del territorio a Wilexis.
Según fuentes consultadas por InSight Crime, hay contradicciones acerca de si este hombre conocido como El Gusano fue excarcelado en razón de la medida del gobierno de reducir el hacinamiento por el coronavirus, o si fue liberado por una decisión unilateral de la ministra del servicio penitenciario Iris Varela, quien en el pasado otorgó medidas especiales de libertad a otros presos.
Los tiroteos se redoblaron en los primeros días de mayo con las refriegas entre El Gusano y Wilexis. No hubo informes de que las FAES u otro organismo de seguridad ingresaran al barrio en ese tiempo.
El 6 de mayo, cambió la situación. Maduro acusó abiertamente a Wilexis de trabajar con la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y lo vinculó al malogrado operativo en el cual un pequeño grupo, entre los que se contaban exsoldados estadounidenses, desembarcaron en Venezuela a finales de abril para capturar a Maduro.
Wilexis negó esas acusaciones. En un mensaje de audio enviado al medio de comunicación NTN24, un hombre al que identificaron como Wilexis declaró que “nadie aquí tiene contacto con la DEA”.
“No necesitamos estar contra Maduro, no somos políticos”, prosiguió.
Sus descargos cayeron en oídos sordos. El 8 de mayo, las FAES entraron al José Félix Ribas a buscar a Wilexis. Para el 13 de mayo, por lo menos 13 personas habían sido asesinadas en ejecuciones extrajudiciales, según divulgó por Twitter Zair Mundaray, exfiscal de Derechos Fundamentales del Ministerio Público de Venezuela.
El 14 de mayo, se presentó otro giro de las cosas cuando se dijo que El Gusano había muerto en un presunto enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, a lo que el gobierno se apresuró a anunciar que buscaban a alguien más y mataron al hombre equivocado.
Desde entonces, la situación en José Félix Ribas se ha mantenido en la incertidumbre. No ha habido incursiones importantes de las fuerzas de seguridad, aunque se dice que otros cuatro miembros de la banda Wilexis murieron a manos de la policía en las afueras de Caracas.
Pero Wilexis sigue prófugo.
Análisis de InSight Crime
El gobierno de Maduro puede tener buenas razones para preocuparse por el control de Wilexis. Este delincuente ha demostrado su capacidad de movilizar a los residentes de un importante barrio de Caracas, lo que se vio en la escala de las protestas contra el gobierno que tuvieron lugar en Petare el año pasado.
Las bandas criminales han tenido una participación crucial en la capacidad del gobierno venezolano de consolidarse en el poder. Pero en este caso, parece que el gobierno inventó el conflicto con Wilexis, quien no había estado jugando dentro de las reglas. El Gusano parece haber sido un peón en los esfuerzos del gobierno por derrotar a Wilexis y obligarlo a entrar en cintura.
Aunque los medios venezolanos informaron que El Gusano fue liberado intencionalmente por las autoridades, InSight Crime no logró confirmar esta versión con fuentes independientes. Pero sí se ha sabido que la ministra Varela ha excarcelado a presos poderosos cuando le conviene. En 2016, Varela entregó una carta con su firma a un reconocido pran de la cárcel de Vista Hermosa, Wilmer Brizuela alias “Wilmito”, lo que le permitió salir de la prisión a sus anchas. Parece probable que El Gusano no fuera más que un nuevo beneficiario de esa maquinaria.
También ha habido especulaciones para responder cómo El Gusano pudo movilizar a una banda armada con tanta celeridad recién salido de prisión. Fuentes de la policía y el gobierno informaron a InSight Crime que el gobierno liberó a varios presos de la cárcel de Tocorón y los envió como refuerzos de El Gusano en su enfrentamiento ante Wilexis. Varios residentes de José Félix Ribas también confirmaron a InSight Crime que la mayoría de los miembros de la banda que enfrentaron a Wilexis no eran de Petare.
Pero lo que sigue sin aclararse es cuál era la estrategia y el propósito último del gobierno en este caso. Maduro anunció las redadas el 6 de mayo, dos días antes de que sucedieran, lo que dio a Wilexis un amplio margen de huida.
En últimas, parece como si hubiera sido un intento de intimidación, más que un atentado a Wilexis. Lograr un pacto con este criminal, que se ha ganado la simpatía de los habitantes de José Félix Ribas, para que este vele por la paz en el barrio le sirve al gobierno. Y no sería la primera vez que funcionarios de la administración de Maduro cierran acuerdos similares con otras bandas en Caracas, siempre y cuando no se pasen de la raya.
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