Cipriano Jiménez, exdirector del Internado Judicial de San Felipe, y Aldo Alejos, encargado del régimen en ese penal, fueron imputados por los delitos de retraso u omisión intencional de funciones agravados y corrupción. Así lo informó la organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad este lunes en su página web.
Los ciudadanos, presentados ante un tribunal de control de la circunscripción judicial de la entidad, seguirán bajo custodia de la División de Investigaciones Penales de la Policía Nacional Bolivariana en San Felipe.
A los exfuncionarios los detuvieron el viernes durante una intervención policial y militar en el Internado Judicial de San Felipe, la séptima cárcel del país tomada por las autoridades venezolanas desde septiembre.
«Tenemos dos funcionarios detenidos y una ciudadana, los cuales están puestos a la orden del Ministerio Público y los tribunales», informó entonces Remigio Ceballos, ministro de Interior, Justicia y Paz, aunque no precisó los hechos en los que estarían involucrados Cipriano Jiménez y Aldo Alejos.
Controladas «100%» de las cárceles
En el operativo participaron funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, de la Policía Nacional Bolivariana y de otros organismos de seguridad del Estado. Se incautaron, según Ceballos, 29 armas cortas y 9 largas, 22 cargadores de diferentes calibres, más de 1.000 cartuchos y municiones.
«La Fiscalía ahora ahondará en las averiguaciones para determinar la responsabilidad penal de los involucrados con la presencia de armamentos en el recinto carcelario y otras prácticas ilegales que ocurrían en el lugar», indicó Una Ventana a la Libertad.
El ministro aseguró el viernes que con esta intervención el régimen socialista logró el control total del internado judicial y destacó que hubo un arduo trabajo de coordinación entre los organismos de seguridad ciudadana. Con esto, Remigio Ceballos afirmó que se retomó el control de 100% de las cárceles del país.
El resto de los centros penitenciarios intervenidos fueron Vista Hermosa, La Pica, Puente Ayala, Tocuyito y Tocorón, desde donde operaba la organización criminal Tren de Aragua.