José Antonio Ibarra, el migrante venezolano acusado de matar a la estudiante de 22 años Laken Riley en febrero en Georgia, Estados Unidos, fue imputado por un gran jurado el martes de 10 cargos criminales, entre ellos asesinato doloso y secuestro.

La acusación presentada en la Corte Superior del condado de Clarke, reseñada por medios locales, indicó que Ibarra está acusado de asesinato con mala intención, dos cargos de secuestro con lesiones corporales, dos cargos de agresión agravada con intención de violación, dos cargos de agresión agravada, obstrucción o dificultad para que una persona haga una llamada al 911, manipulación de pruebas y ser un “fisgón”.

Este último cargo fue añadido debido a que las autoridades descubrieron que Ibarra espió a un miembro del personal de la Universidad de Georgia en su departamento el mismo día que ocurrió el asesinato de la joven.

Documentos judiciales indicaron que el venezolano presuntamente observó a esa persona por la ventana del apartamento ubicado en el Edificio de Vivienda de University Village ‘S’ de la UGA.

Riley era estudiante de enfermería en el campus en Athens de la Universidad de Augusta, en Georgia. Salió a correr el 22 de febrero y más tarde fue hallada muerta con heridas visibles en una zona boscosa detrás del lago Herrick, en el campus de la Universidad de Georgia.

Ibarra fue señalado de causar la muerte de Riley infligiéndole un traumatismo contundente en la cabeza y asfixiándola de una manera desconocida para los jurados, según la acusación.

El jefe de la policía universitaria, Jeff Clark, precisó en su momento que no parecía que Ibarra conociera a Riley, por lo que creen que se trata de un “crimen oportunista, en el que vio a una persona y ocurrieron cosas malas”.

Ibarra es un venezolano que entró ilegalmente a Estados Unidos en 2022 cerca de El Paso, Texas, según las autoridades. Vivía a menos de una milla de la universidad y no había comparecido ante el tribunal por un cargo anterior de robo en una tienda.

José y sus hermanos, Diego Ibarra, de 29 años de edad, y Argenis Ibarra, de 24 años, vivían juntos en el mismo apartamento. Los tres hombres fueron interrogados y detenidos después del asesinato de Riley.

Diego Ibarra está acusado de fraude de tarjeta de residencia y tenía vínculos con una conocida pandilla venezolana en Estados Unidos, según documentos de la corte federal.


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