La Iglesia católica de Venezuela comenzó el lunes la conmemoración, con una caravana por Caracas, de la memoria litúrgica y nacimiento del beato José Gregorio Hernández el 26 de octubre de 1864, hace 157 años. Los feligreses pidieron el fin de la pandemia del covid-19.
«Estamos en este momento tan complicado del virus del covid-19 y queremos pedirle a Dios a través del beato José Gregorio Hernández el fin de la pandemia y también como víspera de la fiesta litúrgica», dijo el párroco Gerardo Barrachini a las afueras de la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, donde reposan los restos del beato.
La actividad comenzó desde esa congregación. Siguió por distintos puntos de la ciudad hasta un mirador ubicado al pie de El Ávila o Warairarepano, donde el cardenal venezolano Baltasar Porras ofició una misa.
Primera celebración litúrgica
Este martes hubo una eucaristía en La Candelaria. Se replicará en todas las diócesis del país, al ser la primera celebración litúrgica del beato José Gregorio Hernández.
Porras firmó que se organizarán otras actividades, tanto en Venezuela como en el exterior, luego de recibir la solicitud de canarios en el país de realizar una procesión con las reliquias del beato. También esperan pedir por los habitantes de la isla La Palma, en España, afectados por la erupción de un volcán que ha causado, desde el pasado 19 de septiembre, millonarios daños materiales.
El cardenal señaló que el proceso de canonización se está desarrollando y que ya se han presentado varios casos de posibles milagros que están en estudio.
El pasado 30 de abril beatificaron al médico venezolano en Caracas. Esto luego de la aprobación del papa Francisco, quien verificó el milagro concedido a Yaxury Solórzano, a quien los médicos no daban esperanzas de vida tras recibir un disparo en la cabeza.
El acto estuvo encabezado por el entonces nuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, y en presencia de las autoridades eclesiásticas. El médico de los pobres se convirtió en el primer beato del país. Se espera que, próximamente, reciba la canonización para lo que se debe aportar la veracidad de un segundo milagro.
«De ahora en adelante sea llamado beato y que sea celebrado cada año en los lugares y según las reglas establecidas por el derecho el 26 de octubre», dijo Giordano en la ceremonia de beatificación.