Humberto Prado, comisionado presidencial para los Derechos Humanos, pidió este domingo a la alta comisionada de las Naciones Unidas Michelle Bachelet que exprese su posición sobre la situación en la que se encuentran los presos políticos en Venezuela.
Prado, nombrado por la presidencia interina de Juan Guaidó, reiteró la necesidad de que se haga cumplir el acuerdo suscrito por la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos y el régimen de Nicolás Maduro para que se supervisen las condiciones de los centros de reclusión en el país.
Señaló en un comunicado las denuncias que realizó Milly de la Sotta, hermana de Luis de la Sotta. Al preso político lo estarían torturando y sometiendo a condiciones inhumanas en los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar.
Señaló el caso de Luis Armando Monsalve Estaba, un sargento segundo de la Guardia Nacional Bolivariana que murió en días pasados. Estuvo más de un año cuadripléjico en el Hospital Militar Carlos Arvelo luego de lanzarse desde el tercer piso de la sede militar.
También mencionó lo que ocurrió con el capitán de corbeta Rafael Ramón Acosta Arévalo.
«Las prácticas de ejecuciones extrajudiciales, el sometimiento de torturas y a otros tratos y penas crueles e inhumanos siguen ocurriendo; muy a pesar de la existencia de un informe emitido por su oficina», expuso Prado.
El comisionado subrayó que las violaciones no solo se han cometido en los centros de detención administrados por el régimen. También mencionó lo lugares custodiados por lo que denominó grupos de exterminios.
Señaló los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de El Helicoide, el centro de reclusión en Plaza Venezuela conocido como La tumba y la llamada casa de los sueños ubicada en la cárcel militar de Fuerte Tiuna.