Humberto Calderón Berti se reencontró con la diáspora venezolana en Madrid durante un evento que contó con la moderación de Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional. Desde allí habló sobre su próximo libro y sus vivencias en la política venezolana y en la industria petrolera, donde ha desarrollado su carrera.
Calderón Berti contó que durante la pandemia nació una inquietud por hacer algo para que la juventud venezolana se interesara por la historia del país. Así es como se da la idea de escribir sobre su experiencia en la industria petrolera y su trabajo como presidente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
«Era una ilusión que tenía de escribir sobre mi vivencia en la OPEP. Pensé en escribir algo que haya vivido dirigido para los jóvenes. Es la historia petrolera porque me tocó desempeñar un papel no protagónico, pero sí de testigo», dijo Calderón Berti.
Recuerdos de Calderón Berti
Recordó como se dieron los pasos para lograr la consolidación de una industria petrolera que fue exitosa. Explicó que esa época la recuerda con nostalgia porque fue un tiempo de crecimiento para Venezuela: «Aquello lo recuerdo con una gran nostalgia y tristeza. Porque ahora vivimos un país enfrentado y eso es una cosa de mucha tristeza».
Sostuvo que poco a poco la industria fue decayendo y comentó que una de las primeras cosas que le causó grandes pérdidas de dinero fue la Ley de Hidrocarburos de Venezuela de 1943, que estuvo marcada por dos sucesos importantes: la nacionalización de la industria petrolera de México y el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Resaltó que otro año que marcó al sector petrolero fue 1971 con la Ley de Reversión. Aseguró que para 1970 Venezuela producía 3,7 millones de barriles de petróleo por día. Tras la promulgación de la ley esa producción cayó. Señaló que, a su juicio, los resultados de esa situación fue lo que impulsó la llegada de Hugo Chávez al poder.
“Con la aprobación de la Ley de Reversión, Copei y AD cayeron al populismo y se cierran las inversiones en Venezuela», señaló.
Indicó que debido a la dificultades que comenzó a tener el país, hubo un aumento exagerado de estatismo.
«Era un estatismo que funcionó mientras la riqueza petrolera dio para eso”, dijo.
Insistió en que el Estado solo debe establecer las reglas del juego para que la economía funcione, pero no debe ser parte del juego.
La recuperación
De la actualidad, comentó que a pesar de que la industria enfrenta dificultades, el país se puede recuperar. Sin embargo, sostuvo que habrá que plantearse una nueva estrategia con respecto a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) debido a que considera que tendrá que tomarse en cuenta la inversión privada.
También se refirió a la situación política del país. Aseguró que no es verdad que Venezuela esté mejorando. Enfatizó que «es lamentable que todos los dirigentes hablen de primarias». A su juicio, es poco probable que la oposición gane unas elecciones mientras el gobierno de Nicolás Maduro controle el Poder Electoral.
Puntualizó que no se está considerando el derecho al voto de los más de seis millones de venezolanos en el exterior. «El derecho mío como venezolano no termina en una frontera», señaló.
Habló sobre la corrupción en el país e indicó que debe haber justicia sobre aquellos que a su juicio «nos han robado a todos, pero sobre todo a los más pobres».
«Tienen que dar respuestas los que están allá, pero también los que están aquí paseándose», indicó.
“Si hacemos lo que tenemos que hacer con rectitud y valores, Venezuela va a despegar”, agregó.
Se refirió a la denuncia que hizo como embajador designado por la Asamblea Nacional de 2015 con respecto a la presunta corrupción en Monómeros. No tiene dudas de que cumplió con su deber.
“Usted tiene que decir cuando las cosas están mal hechas. Uno cumple con el deber de conciencia. Es impresionante que la mayoría de los venezolanos quiere un cambio, pero no pone sus esperanzas en el G4”, señaló.
Lamentó que por sus declaraciones lo hayan atacado desde algunos factores políticos. Sin embargo, entiende que la mayoría de los venezolanos no se siente identificada con esos partidos políticos. Por ello expresó su rechazo a que se utilice la unidad dentro de la oposición para atacar las críticas que se le hace a la dirigencia.
«El G4 no tiene por qué ser representante de la oposición venezolana porque la mayoría de los venezolanos no pertenecen a ninguno de esos partidos», expresó.