Néstor Reverol, ministro de Relaciones Interiores, informó este miércoles que un adolescente de 17 años de edad fue detenido en el estado Táchira acusado de dar muerte al sacerdote Jesús Manuel Rondón Molina, quien se encontraba desaparecido desde el 20 de enero.
El clérigo pertenecía al convento Las Hermanitas Descalzas, ubicado en el municipio Junín del estado Táchira. El día 20 de enero las autoridades recibieron una llamada reportando la desaparición del sacerdote, por lo que comenzó de inmediato una investigación.
El Cicpc del estado Táchira realizó la detención del menor de edad, quien tras un interrogatorio confesó el asesinato. Contó a las autoridades que cometió el crimen porque el clérigo abusaba sexualmente de él desde los 14 años de edad.
En el interrogatorio, el joven también relató que Molina lo mantenía acosado y bajo amenaza. Incluso, el presbítero advirtió al joven con violar a su hermano de 10 años de edad.
Al parecer, el sacerdote era amigo de la familia del muchacho y desde hace varios años lo había invitado a servir a la Iglesia como monaguillo.
Reverol señaló que el adolescente citó al padre en una zona boscosa cerca del convento y luego lo estranguló dentro de un vehículo.
«El menor de edad se encuentra detenido. Lamentamos este hecho. Ya el Ministerio Público está al tanto y continuará con la investigaciones iniciadas por el Cicpc», indicó Reverol en una rueda de prensa.
El ministro aseguró que el Estado venezolano no amparará actos de pedofilia dentro de la Iglesia católica.
Instó a la comunidad religiosa a investigar y expulsar de la Iglesia a todos los sacerdotes que puedan estar involucrados en casos similares.
«Cada vez que ocurre un caso parecido, la feligresía se aleja más de la Iglesia católica y opta por creer en otras religiones. Las autoridades de la Iglesia no prestan mucha atención», manifestó Reverol.
La respuesta de la Iglesia
En un comunicado de la diócesis de San Cristóbal, la Iglesia reveló que Jesús Manuel Rondón Molina se encontraba bajo una investigación luego de que se recibieran varias denuncias que lo relacionaban con abuso de menores.
«Recibidas varias denuncias en su contra, se realizaron las investigaciones pertinentes y se le dieron medidas cautelares. Entre ellas estaba la de residir en el Monasterio de las Carmelitas en Rubio, donde podía celebrar solo en privado para las religiosas y se le había prohibido el trato con menores de edad mientras durara el proceso respectivo», se lee en el texto.
Molina ya había recibido sentencia definitiva de dimisión del Estado clerical, aunque presentó una apelación a los organismos correspondientes de la Santa Sede.
«A pesar de las múltiples llamadas de atención, desobedeció las órdenes y medidas cautelares dispuestas según lo establecido en el derecho de la Iglesia. A quienes presentaron las denuncias nunca se les impidió que pudieran acudir al fuero civil», agregó el comunicado.
La diócesis aseguró que nunca encubrieron que el clérigo estuviera siendo investigado.
«El lamentable hecho nos llena de tristeza y preocupación. Pero tenemos la conciencia clara de haber obrado sin encubrimientos y de acuerdo con lo que exige la Iglesia», concluye la nota.
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