VENEZUELA

“Hay que vivir cada día a la vez, pasito a pasito”

por José Gregorio Meza @josegremeza José Gregorio Meza @josegremeza

Se llama Carla Carolina Herrera, pero no tiene nada que ver con la famosa diseñadora. Tienen en común que son venezolanas y que, aunque Carla Carolina solo tiene 36 años de edad, son triunfadoras.

Herrera ha sido reconocida como el especialista en Odontología más valorado en España por Doctoralia, una plataforma online que cuenta con 105.179 profesionales. “Los especialistas han sido elegidos tanto por sus pacientes como por sus colegas, lo que hace que estos premios sean únicos en el ámbito de la salud”, se lee en la nota de prensa distribuida por la organización.

Contesta el teléfono desde Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias, en donde vive desde hace 7 años. Allí llegó con su esposo y una maleta llena de ilusiones: “Para mí es una sorpresa la premiación porque tengo apenas un año en la plataforma. Cuando me informaron que me habían nominado para mí ya eso era ganancia”.

Herrera nació en Caracas, pero vivió su infancia y adolescencia en Punto Fijo. “Soy paraguanera de corazón”, manifestó.

Fundadora y directora médica de la Clínica Dental Carla Carolina, estudió Odontología en la Universidad del Zulia, donde se graduó en 2004. Entre 2006 y 2010 hizo una maestría y se especializó en el trabajo con niños.

“Quise ser odontopediatra porque desde pequeña he sufrido mucho con mis dientes. A los 9 años de edad me caí de una segunda planta y me los fracturé. A partir de ahí fue la lucha para tratar de resolver el problema y nunca fue posible”, explicó.

“He vivido con el trauma de los dientes feos toda mi vida, hasta que dije: ‘Voy a ser odontopediatra para hacer lo que no hicieron conmigo, realizar los tratamientos oportunos para que ningún niño sufra lo que yo sufrí’. De ahí nacieron las ganas de la Odontopediatría, y a eso me dedico”, precisó.

Su arribo a las Islas Canarias no estuvo exento de dificultades. “No pude ejercer hasta que me dieran la homologación. Durante 2 años hice cualquier cosa: Vendí peluches en un parque de agua y perfumes en una tienda. Fue duro hasta que pude ejercer como odontóloga aquí en España”, subrayó.

De ahí en adelante se abrieron las puertas. Alquiló un local y empezó con una clínica en la que solo tenía un sillón y compartía con otros especialistas. Hace 7 meses decidió dar el salto, que cree fue fundamental para obtener el reconocimiento de Doctoralia: “Dije: ‘Voy a crecer’, renuncié a todo lo demás y me metí en mi proyecto, una clínica para niños, diseñada para mantener la calma, para bajar los niveles de ansiedad, que el paciente esté tranquilo, que pueda jugar, que no haya colores excesivos, en los que controlamos los olores y la temperatura, con un consultorio especialmente equipado”.

Herrera aseguró que fue difícil dejar Venezuela. “Muchas veces pensé que me había equivocado, pero la gente de aquí es muy buena y eso ha sido fundamental. Estoy súper enamorada de esta tierra, el canario es maravilloso, muy abierto, te acoge y te valora, no importa de dónde vengas”, indicó.

Dijo que lo importante es adaptarse sin miedo y dando lo mejor: “Si allá eras ingeniero y acá tienes que ser vendedor de lo que sea, pues sé el mejor vendedor. Con ganas y esfuerzo se logra lo que sea. Hay momentos duros, pero debemos vivir cada día a la vez, pasito a pasito”.

Y se aventuró a dar un consejo para aquellos que pasan por trances similares a los que ella vivió. “Que no se rindan. Yo veía inalcanzable ser odontólogo aquí, ahora me dan este premio y todavía no me lo creo. La dicha y la felicidad se encuentran todos los días y cuando se juntan muchas de esas cosas ocurre lo bueno, pero hay que tener paciencia. Si lo pude hacer yo que no soy nada excepcional lo puede hacer cualquiera”, concluyó.