Hackers venezolanos vulneraron la seguridad del Ministerio de Defensa y obtuvieron más de 5.000 archivos confidenciales, que contendrían información del personal activo en puestos claves y funciones en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Team HDP, como se hace llamar el grupo de piratas informáticos, compartió la primera parte (533 archivos) en Data Confirmada, página web que usa para divulgar los documentos oficiales a los que tiene acceso.
Los hackers publicaron en Twitter una imagen en la que aparece el nombre de Alexander Granko Arteaga, pero esa información aún no está revelada. “Saludos, asesino”, dijeron en un tuit dirigido al teniente coronel de la Guardia Nacional Bolivariana y jefe de la Unidad de Asuntos Especiales de la Dirección general de Contrainteligencia Militar.
“Falta de carácter y apego a las normas”
Entre los documentos se señala que el oficial superior Rodolfo Antonio Cuervo Sira, quien se desempeñó como jefe de una comisión en un Punto de Atención al Ciudadano en la población de La Macanilla, en el estado Apure, supuestamente mostró falta de carácter y apego a las normas al permitir que un subalterno se apoderara de un dinero en divisas colombianas sin tomar medidas correctivas ni elevar la novedad al comando superior.
Agrega que el 31 de diciembre de 2018, estando en situación de alerta, permitió que el personal subalterno ingiriera licor, aun sabiendo que algunos de los uniformados iban a prestar servicio nocturno. Según el archivo, Pérez Cedeño recibió llamados de atención para que tuviera más iniciativa y aumentara su liderazgo para mejorar el rendimiento en su cargo.
“Serios problemas de conducta”
Se menciona asimismo el caso del oficial subalterno Marcelino José Áñez Barrientos, quien durante el período evaluado, en 2019, se desempeñó como comandante de la Compañía de Servicio del Batallón de Infantería Marina General en Jefe Ezequiel Zamora.
“Cargo que ejerció de forma pésima, dejando deteriorar el tren automotor de la unidad, manteniendo en condiciones insalubres el sector de la cocina y sus alrededores, presentando retrasos injustificados en sus controles administrativos”, asegura.
En el documento, además, se expresa que no exigió el cumplimiento de las funciones mínimas al personal bajo su mando, no se preocupó por dar buen ejemplo a sus subalternos e hizo “malos comentarios” abiertamente sobre las decisiones del comando.
“Continúa presentando serios problemas de conducta, sobre todo en lo referente a la ingesta desmedida de bebidas alcohólicas, no pudiendo ser designado en comisiones donde haga las veces del más antiguo y sin supervisión directa porque desvía la misma para ingerir licor, regresando a la Unidad con evidentes signos de embriaguez, con actitud altanera y desafiante”, afirma.
“Su desempeño general en el servicio interno es deficiente, no imparte instrucciones al personal de guardia, no supervisa los puestos de guardia, no verifica los relevos, no muestra interés en el servicio de día, actitud que ha llevado que durante sus servicios se extravíe material de guerra, causado por la poca o ninguna supervisión ejercida. Bajo el desempeño profesional de este oficial el poco interés de enmienda demostrado por dicho profesional hace que no se recomiende para ascender al grado inmediato superior”, agrega.