Juan Francisco García Escalona, ex diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV, denunció que la guerrilla colombiana que gobierna en la frontera del estado Apure abusa sexualmente de niñas y esclaviza a los adultos de las comunidades indígenas.
«Se aprovechan sexualmente de las niñas indígenas que tienen más de una cuarta en la cintura, esa es la medida para el aprovechamiento sexual de nuestras indígenas de 10 y 11 años en adelante», dijo en entrevista para Infobae.
El ahora dirigente independiente señaló que la situación de los indígenas es alarmante. Aparte de ser esclavizados para las actividades propias del contrabando de gasolina, drogas y comida, muchos están desnutridos y se mueren de hambre o por enfermedades como la malaria.
«Se están muriendo. Así, en conclusión, se están muriendo sin ningún tipo de atención. Mueren por desnutrición, porque el hambre los afecta terriblemente», contó.
García Escalona indicó que aunque algunas comunidades sobreviven gracias a la pesca, esta actividad también está limitada debido a que la guerrilla opera en esas zonas.
El ex diputado acotó que son las FARC y el ELN los que mayormente esclavizan a los indígenas y abusan sexualmente de las niñas.
«Hace días conversé con un vocero del Partido Comunista de Venezuela, que de alguna manera tiene acceso a los mandos de esas organizaciones en la zona, y le pedí que intermediaría para que no se siguiera permitiendo el abuso sexual de nuestras indígenas», apuntó.
¿Y las «autoridades»?
En cuanto a la labor de los entes del régimen para frenar esta situación, García Escalona dijo que ninguno funciona y que las comunidades indígenas en Apure están totalmente abandonadas.
«Las comunidades indígenas no cuentan con ningún tipo de atención. Las sedes del Ministerio Indígena y del Instituto Regional son ruinas con vehículos que son chatarras», denunció.
Asimismo, criticó la gestión del gobernador del régimen en Apure, Ramón Carrizález, a quien acusó de perseguir a aquellos que denuncian la precariedad del estado.
Actualmente, en Apure viven alrededor de 16.000 indígenas distribuidos entre cinco etnias: pumé, hivi, capuruchanos, guahibos y yaruros.
Donde hay mayor presencia y los que están en condiciones más deplorables son aquellos que están asentados en los municipios Achaguas, Pedro Camejo y Rómulo Gallegos.
Mientras que los casos más alarmantes son los de los indígenas del Capanaparo y La Macanilla, puesto que son los más afectados por distintos factores, explicó el ex diputado.