El presidente interino de la República, Juan Guaidó, confía en un cambio político para Venezuela, con la celebración de elecciones presidenciales. Además, ve en Bolivia un claro ejemplo de que es posible lograr el objetivo con el apoyo popular y la lucha ciudadana.
Durante una entrevista con EFE, Guaidó aseguró que los venezolanos saldrán masivamente a la calle el próximo sábado, 16 de noviembre, para responder al llamamiento que califica ya como una gran victoria.
—¿Cómo describe usted el actual panorama político en Venezuela?
—Tenemos una mayoría parlamentaria reconocida por el mundo enfrentando a una dictadura que no tiene ningún tipo de escrúpulos en encarcelar, perseguir, asesinar y torturar. A pesar de eso, la oposición, mantiene la unión, no solamente de la clase política, sino también de estudiantes y de diversos sectores de la sociedad buscando una solución a la emergencia humanitaria, a la crisis económica y social que redunda sobre la crisis política que estamos atravesando los venezolanos. La solución pasa por un hecho, elección, presidencial realmente libre en Venezuela.
—¿Cree que habrá un cambio político en el corto plazo?
—Va a haber un cambio político sin duda, porque la situación es insostenible e inviable. Un pequeño grupito de la dictadura trata de mantener los privilegios a costa de siete millones de personas en una situación compleja, de cinco millones de migrantes. Se ha destruido el aparato productivo nacional; su reflejo más obvio es la industria petrolera venezolana, que decayó 75 % de su producción en los últimos 8 años y eso no tiene que ver con sanciones ni bloqueos. Llevan 8 años seguidos destruyéndose la industria, porque la endeudaron. Mi expectativa es que podamos tener una transición ordenada, con gobernabilidad, para detener la emergencia humanitaria compleja en Venezuela y frenar el flujo migratorio que ya no está afectando solo a los venezolanos. Es complicado dar un plazo.
—¿Qué lectura hace usted de la renuncia de Evo Morales en Bolivia?
—Voy a recordar un tuit que puso ayer un funcionario del régimen de Maduro. Decía temprano, antes de conocer la renuncia: “Qué muestra de democracia, de desprendimiento, de honor y reconocimiento por su pueblo para evitar un baño de sangre y evitar problemas en Bolivia, llama a elecciones generales”. Recuerdo este mensaje porque es precisamente lo que estamos reclamando nosotros desde hace dos años: elección libre. Entonces, ¿cómo es positivo que lo haga Bolivia y la dictadura lo evite una y otra vez? En Venezuela no les importó la gente, no les importó la represión a nuestros niños, a nuestros jóvenes que están exigiendo por los torturados, por los presos políticos. Aquí, Bolivia, se demostró que es el pueblo el que decide. La mayoría del pueblo de Bolivia demostró estar en contra de un fraude electoral, como lo señaló la auditoría de la OEA, Organización de Estados Americanos. Es lo que hemos reclamando durante años en Venezuela y se nos negó. Desde entonces hemos estado exigiendo que seamos los venezolanos los que nos encarguemos de nuestro futuro.
—¿Puede tener repercusión en Venezuela lo ocurrido en Bolivia?
—Sin duda. Es como un aliciente, como un ejemplo de lucha de la importancia de la movilización ciudadana, de la importancia de la unión de los factores para enfrentar atropellos de parte del poder al ciudadano al querer imponer una elección, al querer robar, meter presos a dirigentes. Yo creo que puede ser un ejemplo. Y como decía el libertador Simón Bolívar a Bolivia, la hija predilecta ha dado un ejemplo importante de civismo ciudadano con la unión de los sectores y la orientación al objetivo.
—En Bolivia ha habido un aparente apoyo del ejército al cambio. En Venezuela hubo cerca de 1.000 deserciones militares en el primer semestre. Sin embargo, el día 30 de abril apenas recibió apoyo de un pequeño grupo. ¿Con qué respaldo cuenta usted en la Fuerza Armada?
—Yo me atrevo a decir que más del 80% de la Fuerza Armada tiene muy clara la emergencia que atravesamos. Conoce su origen, sabe que, los chavistas, se han negado a las elecciones presidenciales, de la violación de la constitución, del desastre social. Estoy seguro que 80% están con la constitución, pero también me atrevo a decir que hay muchos con miedo, que hay una gran persecución y una dictadura severa como la hemos vivido. Tenemos unos 400 presos políticos, pero más de 200 son militares. Los torturan hasta la muerte, como el caso del capitán de Corbeta Acosta Arévalo. La tortura es mucho más severa aún en la Fuerza Armada que en los líderes civiles. De esto estoy seguro y lo digo con toda claridad.
—¿Participará usted en las elecciones parlamentarias de 2020, al margen de cuales sean las condiciones?
—Aquí lo más importante es solucionar la crisis en Venezuela. Un intento de elección fallida el 20 de mayo de 2018 es lo que nos trajo a este desastre, a esta catástrofe. Hay un reconocimiento implícito de la estrategia de la dictadura al regresar, el chavismo, al parlamento, al decir que hay que renovar el CNE, Consejo Nacional Electoral, y al aceptar un comité de postulación. Ellos están diciendo, casi gritando, al mundo, como decimos en Venezuela, la pusimos, es decir, lo hicimos mal. No hay un CNE transparente en Venezuela, y no lo estoy diciendo yo, sino que lo reconoce la dictadura. Aquí la crisis venezolana parte de una elección presidencial y cualquier otra cosa puede ser una distracción. Nosotros buscamos una solución y no pasa por las parlamentarias. Ellos han tratado de todo para destruir la Asamblea Nacional. Han perseguido a 26, diputados, mantienen secuestrado a Juan Requesens, a Roberto Marrero, hay 96 sentencias. Entonces, por ahí no va la solución, elecciones legislativas.
—El chavismo insiste en que usted está gastando dinero, parte de las donaciones de otros países, en bonificaciones a sus más cercanos representantes o diputados. ¿Qué hay de cierto?
—Cada ladrón juzga por su condición. Que el régimen se haya gastado más de 400.000 millones de dólares, que tengamos la corrupción más grande del mundo, que destruyeran la industria petrolera, endeudaran al país para beneficiar a grupos de poder, y tratan de pasarnos por el mismo tamiz. Nosotros lo que hemos hecho ha sido administrar deudas, como en el caso de Citgo, filial de Pdvsa en Estados Unidos. No hemos gastado un centavo de Venezuela pero por el contrario, hemos buscado mucha ayuda de países que les duele mucho la situación de Venezuela. El caso de España, por ejemplo, que nos ha dado un dinero importante, pero no para nosotros, sino a países vecinos para atender la emergencia humanitaria, a los refugiados. Hay casi 5 millones de refugiados venezolanos y eso tiene un gran impacto sobre Colombia, Brasil, Perú, Ecuador… Pero ellos quieren ver a la gente sobre su misma óptica.
—Usted aseguró en el primer semestre que evaluaría la posibilidad de hacer otra gira internacional, quizá por Europa. ¿Por qué no se ha concretado?
—Hemos privilegiado la agenda interna de reunión con los diferentes sectores. Tenemos un gran equipo internacional y hemos hecho una gran labor en las Naciones Unidas, donde ni siquiera Maduro se atrevió a ir. Hemos dado nuestro acompañamiento a los sectores sociales, a los ciudadanos, a la calle, sin descartar alguna visita al exterior.
—¿Mantiene contacto con Leopoldo López?
—Sí, claro, con todos los líderes, tanto de oposición como de sectores sociales que están refugiados. Es una de las formas de enfrentar este sistema político.
—¿Están de acuerdo en estrategias?
—Sí. Uno de los factores fundamentales ha sido, no solo la coalición interna, sino también internacionalmente, como con Europa. Uno de los grandes éxitos que hemos tenido en esta etapa ha sido mantener la coalición de factores. Esas victorias diplomáticas y políticas no son suficientes. Cuando hay hambre, no hay luz, cuando 83% de hogares a los que no llega el agua por tubería de manera constante, en algunos sectores hasta un año sin agua, y los niños acarrean el agua hasta 8 kilómetros, es una tragedia. Es una tragedia que se encuentren con el dilema de ir a trabajar o ir a la escuela, y ellos se decantan por la supervivencia, por llevar un bollo de pan a su casa al final del día. Y estamos hablando del país con las mayores reservas petroleras del mundo.
—Para el sábado 16, han convocado a una gran manifestación. ¿Qué se espera de esa convocatoria?
—Una gran victoria, una gran demostración de calle, de fuerza política, versus lo que vamos a ver de la dictadura, que ya hoy, como ocurre en estos casos, convocaron una contramarcha con cualquier excusa. La excusa de hoy fue Evo Morales. Pero ya puedo decir hoy y en los próximos días que no habrá nadie en la avenida Bolívar. Por el contrario, nosotros vamos a estar en toda Venezuela desplegados y por tanto, ya es una victoria una manifestación de fuerza y de exigencia, que no será suficiente hasta lograr el cambio.
—¿Qué opinión le merecen los resultados de las elecciones generales en España?
—Esperemos que puedan conformar gobierno rápido los españoles porque para nosotros, España, es también un aliado importante, y esperemos que puedan reconocer a nuestro enviado diplomático formalmente. En España también hay muchas fortunas de esos capitales perdidos en Venezuela. Sería importante poder investigar, poder dar con estos capitales, no solamente identificarlos, sino recuperarlos para el desarrollo de Venezuela. Esperemos contar con el respaldo firme de España para enfrentar esta situación que vivimos en Venezuela.