El líder opositor en el exilio Juan Guaidó dijo a Efe que los venezolanos ya hicieron «todo» para recuperar la democracia y que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, puede ser «una pieza clave» para «materializar» la transición electoral en Venezuela como «interlocutor» del presidente Nicolás Maduro.
«Lula está en un momento donde sus acciones hablarán por él. Si logra que Maduro reconozca su derrota y vayamos a una transición, será una pieza clave. Si no, le estará dando tiempo a Maduro», subrayó Guaidó.
El expresidente de la Asamblea Nacional venezolana señaló que para establecer una negociación se necesitan mediadores. «Para mí hoy Lula es un interlocutor de Maduro».
Guaidó, quien lleva 15 meses en el exilio en Estados Unidos, subrayó que tras la «victoria electoral» del 28 de julio hay que darle tiempo a la diplomacia, pero un tiempo «finito, urgente», que garantice «el reconocimiento como presidente electo a Edmundo González Urrutia», el candidato opositor en esos comicios.
«Venezuela ganó. No es poca cosa. Creo que de ahí tiene que partir todo y ahí viene entonces el reconocimiento del mundo. De ahí viene la posibilidad de una transición pacífica», manifestó.
Tras recordar que de la mano de la diplomacia él fue reconocido por 60 naciones como presidente encargado de Venezuela, aseveró que esta vez «es más claro, mucho más obvio, no solamente el fraude que comete Maduro, sino el grotesco robo de la voluntad popular».
Subrayó que si lo lograron en 2019, lo van a lograr este año con ayuda de «Estados Unidos, Panamá, Argentina, Ecuador y Uruguay y muchos otros países, incluso Chile, que han dicho que Maduro no ganó».
A su juicio, en la diplomacia hay muchas formas de «reconocer la victoria de Edmundo González» y ahora «es pertinente y urgente la vinculación de los presidentes en la región, más allá de la gestión que está haciendo Lula».
«González Urrutia, una persona desconocida hasta hace tres meses, venció por 40 puntos a un dictador con más de diez años en el poder y antes de esto en el aparato del gobierno durante más de veinte. Es decir, lo que pasó es un milagro», indicó Guaidó, quien considera que parte de ese milagro fue la unificación de la oposición.
Sobre las gestiones de organizaciones como la ONU, la OEA y otras dijo que eso «no es suficiente«. «Todos estos organismos deben dejar de ser relatores de tragedias, descriptores de difíciles realidades (…) y pasar a hacer responsables a los criminales», subrayó.
Maduro «quiere normalizar una tragedia sin precedentes y un robo (…), que de facto la gente se acostumbre a la persecución y la tortura. Es muy peligroso no solamente para Venezuela. Esta impunidad enviaría un muy mal mensaje al mundo entero cuando estamos hablando de la lucha por la democracia», indicó.
«Ganamos. No podemos normalizar el fraude, el robo más grande que hemos visto en este siglo», reiteró.
A Guaidó le resulta «difícil» llamar elecciones a las celebradas el 28 de julio en Venezuela porque las considera mejor «una lucha cívica sin condiciones electorales, sin observadores, sin propaganda, sin comunicaciones» y sin la votación de la diáspora, que -aseveró- hubiera agregado unos «cinco millones» de votos a la oposición.
Guaidó lamenta la censura y la persecución a María Corina Machado
Lamentó la censura y la persecución a María Corina Machado, «disfrazada de inhabilitación política», y dijo que teme por la vida de esta líder opositora y por la de González Urrutia.
«Temo por la libertad y por la vida de ambos. Sin duda alguna. Creo que Maduro decidió atrincherarse, decidió quemar las naves. Creo que la represión que han desatado es la más brutal que hemos visto en años en Venezuela», señaló.
Sobre un eventual cambio de posición de los militares, Guaidó sopesó que «la élite está muy comprometida con Maduro». «Yo creo que los cuadros medios y bajos saben lo que pasó (…); creo que se pueden poner de lado la Constitución», añadió.
Guaidó manifestó que recurrir a la repetición de las elecciones «sería revictimizarnos como sociedad de nuevo», entre otras cosas porque además han dejado un «saldo muy duro de 2.000 o más detenidos en este momento, 20 asesinados, líderes presos, en clandestinidad, en fuga o en el exilio».
«Derrotamos a Maduro. Eso nos tiene que acercar a la democracia y por ende al regreso (al país) no solamente mío, sino de millones. Me mantengo esperanzado por regresar a un país seguro y en reconstrucción», expresó.