Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de la República por 50 países, aseguró este lunes que Nicolás Maduro involucró a Venezuela en actividades terroristas con relación al avión originalmente iraní y ahora de bandera venezolana que fue retenido en Ezeiza, Argentina.
«Maduro abrió las puertas de Venezuela al autoritarismo global y a sus grupos terroristas. Esto es una amenaza para la región. Apoyar a la dictadura en Venezuela es también apoyar al terrorismo, lo sucedido con el avión retenido en Argentina debe alertar a las democracias del mundo», indicó Guaidó.
Avión retenido en Ezeiza
Durante el fin de semana, el tema del avión retenido acaparó la atención de la opinión pública tras conocerse que el lunes de la semana pasada la aeronave Boeing 747, de bandera venezolana, aterrizó en Ezeiza y que se detectó una serie de irregularidades.
En el avión iban 19 personas, de los que 5 resultaron ser de nacionalidad iraní y el resto venezolanos. Pero en el manifiesto de vuelo figuraban siete nombres iraníes.
«Toda la situación es anormal. Los investigadores se preguntan si a partir de la información del manifiesto de vuelo faltan o sobran dos iraníes. ¿Bajaron en otro lado? ¿Subirían dos aquí?», señala La Nación.
Antes de aterrizar en Ezeiza, se sabe que la nave estuvo en otras ciudades argentinas, a pesar de que se había dictado una alerta que llevó por ejemplo a Uruguay a impedir que el avión cruzara su espacio aéreo.
Parte del conflicto con la aeronave, además de la presencia de iraníes, se relaciona con que pertenecía a Mahan Air. Una compañía sancionada por Estados Unidos por estar vinculada con las Fuerza Quds, el brazo paramilitar de los Guardianes de la Revolución.
Asimismo, Estados Unidos ha vinculado a Mahan Air con Hezbolá y el régimen sirio de Bashar al-Assad.
El atentado de la AMIA y el fiscal Nisman
El revuelo golpea con fuerza a Argentina, dado que la justicia acusa a Hezbolá y a los Guardianes de la Revolución del atentado en la AMIA, considerado el peor ataque de la historia de ese país.
El atentado ocurrió el 18 de julio de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Se trata del principal centro comunitario judío en Argentina, y dejó 85 muertos y al menos 300 heridos.
Tras años de investigaciones que caían en puntos muertos y que salpicaron a diversas personalidades del gobierno argentino, durante la administración de Néstor Kirchner se creó una fiscalía especial para ese caso. Puso al frente al fallecido fiscal Alberto Nisman, quien ya trabajaba en esa causa desde 1997.
En octubre de 2006, Nisman acusó formalmente a Irán de ordenar el atentado y a Hezbolá de ejecutarlo.
El 14 de enero de 2015, el fiscal acusó a Cristina Fernández de encubrir a los responsables del atentado. Cuatro días después tenía que declarar ante el Congreso sobre las acusaciones contra la entonces presidenta.
Sin embargo, horas antes del testimonio fue hallado muerto con una bala en la cabeza. Entonces se sostuvo la hipótesis del suicidio, pero la justicia argentina determinó en 2018 que fue asesinado como consecuencia de la denuncia.
El presidente argentino, Alberto Fernández -de quien Cristina es familiar y vicepresidenta- desmerita la conclusión del asesinato, aunque antes de ser mandatario sostenía que no creía que fuese un suicidio.