Medidas para detener el financiamiento al terrorismo, apoyo para la crisis de refugiados venezolanos y cooperación en materia de inteligencia, son algunas de los asuntos que abordó Juan Guaidó, presidente interino de la República, en la gira internacional que lo llevó a más de cinco países y que terminó 23 días después en Estados Unidos.
En la primera rueda de prensa que ofrece tras su regreso, y a la cual llegó con casi una hora de retraso mostrando mayor seguridad y abierto a responder las preguntas de los periodistas, Guaidó indicó que la cooperación en materia de inteligencia y el avance de acciones mediante el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, fueron también temas de debate.
En el viaje, el presidente consiguió el compromiso del mundo de no reconocer un fraude electoral, el compromiso a favor de elecciones libres y acciones para detener el tráfico ilegal de oro. Acordó además la creación del Fondo Venezuela, para que cuando retorne la democracia se avance en la reconstrucción del país, con inversión en infraestructura, energía y agroindustrial.
“En Venezuela hay un costo de oportunidad sin precedentes, producto de la dictadura, y eso lo entiende el mundo. Si eliminamos al régimen, solo quedará futuro y oportunidades”, manifestó Guaidó.
Con ese balance altamente positivo, en el que anuncia más sanciones en contra del régimen y ofrece garantías para los funcionarios que se pongan de lado de la Constitución, el mandatario espera volver a conquistar las calles, que están apagadas –en manifestaciones multitudinarias– desde abril de 2019.
Acciones
El presidente interino indicó que este lunes anunciará la agenda de calle y estrategia de calle; el martes se verán acciones de cerco al financiamiento de la dictadura, y el jueves funcionarios revelarán violaciones de derechos humanos. “Es una agenda especifica de acciones, que iremos revelando una a una para prevenir bloqueos de la dictadura”, señaló.
Esta nueva etapa tiene tres factores fundamentales: unión, movilización de calle y presión internacional, enfocado en los derechos de los ciudadanos.
A su juicio no existe desánimo de la sociedad para salir a protestar, sino una emergencia humanitaria compleja. “No es un tema de ánimo, es un tema de emergencia, de persecución. Lo que nos sobra es esperanza y fuerzas”, subrayó.
Destacó además que convocar a marchas en el país supone presos, perseguidos y amenazas. “Les pido confianza, los voy a llamar nuevamente a las calles. Nuestras acciones están conectadas con la solución, que es salir de Maduro; una elección realmente libre que, con el apoyo internacional, es una herramienta”, enfatizó.
Un compromiso
El presidente interino considera que la detención de su tío, Juan José Márquez, es el costo que tiene que pagar por la gira internacional que finalizó el martes 11 de febrero. “Lo mandaron a la Dgcim, ahí torturan y matan. Es un mensaje claro”, agregó.
Sin embargo, señaló que esas acciones no frenarán su lucha por la democracia. “No nos van a mover un ápice; si nos toca pagar un costo o el sacrificio, ya lo hemos hecho. No es solamente como familia, sino como las 380 familias que hoy sufren exactamente esto”, subrayó.
Considera que esas acciones del régimen representan una muestra de que “no tienen código, palabra, y venden a cualquiera”. Situación, continuó, que debería preocupar a las personas de su entorno.
“Que le quede claro a la FANB, a su entorno: el dicatdor está solo, aislado, derrotado políticamente. Sigue ejerciendo de manera sádica el poder, secuestrando a familiares, torturando presos políticos, y eso lo hace más expuesto a las acciones que va a tomar mundo”, manifestó.
Propaganda
El presidente interino calificó de propaganda la denuncia que pretende interponer el régimen ante la Corte Penal Internacional contra Estados Unidos. También la detención de la ex legisladora colombiana Aída Marcano y los ejercicios militares de este sábado.
Invitó a Nicolás Maduro a reconocer de igual forma la jurisdicción de la CPI en su caso, sobre la investigación por crímenes de lesa humanidad.
Señaló que mientras se realizan ejercicios militares, hay seis oficiales hospitalizados con desnutrición. “El apresto operacional de la Fuerza Armada es muy bajo hoy, la deserción llegó a 6.000 en la GNB. Sabemos lo que van a almorzar hoy en los batallones; con eso no se alimenta un ejército que tiene que enfrentar al ELN, a la disidencia de las FARC y al narcotráfico”, enfatizó.