Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, destinará 30 millones de dólares de los fondos de Venezuela bloqueados en el extranjero y puestos bajo su control para pagar el acceso al mecanismo Covax y los costos de la cadena de frío de las vacunas para el país.
El dinero fue aprobado este viernes en una sesión virtual del Parlamento elegido en 2015. El acuerdo autoriza a Guaidó para que «solicite un endeudamiento al Banco Central de Venezuela por un monto de 30.309.040,00 dólares, destinados a pagar el acceso a la Plataforma Covax (18.199.040,00 dólares), y para inversión en la cadena de frío necesaria para el plan de vacunación contra el covid-19 (12.110.000,00 dólares)».
Ordena, además, «realizar todas las gestiones necesarias ante la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos de América para procesar la licencia y la subsecuente liquidación de los fondos para los desembolsos correspondientes».
Washington, en su presión contra el régimen de Nicolás Maduro con sanciones financieras, entregó a Guaidó el control de las cuentas y activos de Venezuela en Estados Unidos.
«Esta es la mejor oportunidad que tenemos hasta el momento para poder detener el virus», afirmó Guaidó durante la sesión transmitida por YouTube. «Vamos a hacer todos los esfuerzos para que de forma eficiente y rápida entre esta vacuna».
El objetivo es financiar 12 millones de dosis para 6 millones de personas en un plazo de un año.
La negociación total superaría los 100 millones de dólares, adelantó una fuente cercana a Guaidó a la AFP.
«Estrategia de vacunación»
El régimen de Maduro, Guaidó y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) mantienen una «mesa técnica» para negociar el acceso al Covax, a través del cual Venezuela tenía reservadas entre 1,4 y 2,4 millones de vacunas de AstraZeneca, que no fueron autorizadas por el chavismo.
Esta mesa «consolidará un plan detallado para la implementación de una estrategia de vacunación», que estará bajo supervisión de la OPS y Unicef, señaló el acuerdo aprobado.
«En Venezuela ya no hay margen para la improvisación y la politización, por eso es imperativo que las vacunas sean administradas y distribuidas por agencias humanitarias», escribió más tarde Guaidó en Twitter.
El país empezó en febrero su campaña de inoculación con la vacuna rusa Sputnik V, con personal de salud y autoridades como prioridad, y en marzo comenzó a aplicar también la de la farmacéutica china Sinopharm.
Hasta el jueves habían 148.208 casos de covid-19 y 1.467 fallecidos, según cifras del gobierno de Maduro, que han sido cuestionadas por la oposición y ONG en medio de alertas por un alza en los contagios.