Representantes del gobierno de Nicolás Maduro ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas rechazaron este miércoles el nuevo informe de la Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela sobre abusos cometidos en el país.
Alexander Yánez, embajador de Venezuela ante la ONU, calificó de “írrita” a la misión, que preside la portuguesa Marta Valiñas, y enfatizó que los informes están basado en pruebas y apela a fuentes anónimas.
«Si tuvieran un mínimo de ética habrían condenado las sanciones, el robo de Citgo y el secuestro de Emtrasur», expresó Yánez.
Agregó que el gobierno de Maduro no acepta ni reconoce «imposiciones» de ninguna naturaleza. «Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima diseñaron un propósito manipulando a este Consejo. Fracasaron».
«Iremos a elecciones con un pueblo valiente y movilizado», concluyó Yánez.
La Misión Internacional afirmó este miércoles que el gobierno de Venezuela está reactivando «la modalidad más violenta de represión», con una nueva ola de detenciones a opositores acusados de supuestas conspiraciones como la llamada Operación Brazalete Blanco.
Valiñas presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas un nuevo informe sobre abusos cometidos por el gobierno de Maduro en Venezuela desde 2023, donde destacó que «las autoridades invocan conspiraciones reales o ficticias para amedrentar, detener y procesar a personas opositoras o críticas del gobierno», reseñó EFE.
En este periodo, indicó, se ha pasado de una fase menos represora de la oposición, en la que el régimen de Nicolás Maduro se limitaba a crear «un clima de temor e intimidación», a un periodo más violento «que se activa para silenciar las voces de la oposición a cualquier precio».
Valiñas resaltó en este sentido que en enero de 2024 Maduro pidió «activar la Furia Bolivariana» tras asegurar que el año anterior se habían desactivado cuatro conspiraciones para asesinarle u organizar golpes de Estado, y que la Fiscalía General dio entonces a conocer la mencionada Operación Brazalete Blanco, una de las supuestas tramas para acabar con la vida del presidente venezolano.
En el contexto de la lucha contra esta última conspiración se degradó y expulsó a 33 militares y se detuvo a diferentes críticos con el régimen.