En una sala a su máxima capacidad y bajo una emotiva atmósfera se entregó el Premio Fundación Empresas Polar Lorenzo Mendoza Fleury 2024. La ceremonia, que se llevó a cabo el pasado 6 de noviembre, rindió tributo a cuatro científicos venezolanos que, por primera vez en la historia de este reconocimiento, se desempeñan en la misma área del conocimiento: la biología.
La vigésima primera edición del llamado “Premio Polar” distinguió la amplia y prolija trayectoria profesional de los doctores Juan Concepción Curbelo, de la Universidad de Los Andes (ULA); Nelson Ramírez Rodríguez, de la Universidad Central de Venezuela (UCV); Reinaldo Marín, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), y Margarita Lampo, quien además de ser investigadora emérita del IVIC es Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (ACFIMAN).
La moderadora del evento fue la licenciada Laura Díaz, gerente de Programas Institucionales de la Fundación Empresas Polar. Asistieron al acto, entre otros, el ingeniero Lorenzo Mendoza, presidente ejecutivo de Empresas Polar; el doctor Volker Pellet, embajador de la República Federal de Alemania en Venezuela, así como rectores de varias universidades nacionales y científicos premiados en años anteriores.
La receta del éxito
Para Leonor Giménez de Mendoza, presidenta de la Fundación Empresas Polar, “lo que ha querido este premio desde el primer momento es resaltar, enaltecer, promover e impulsar el desarrollo de la ciencia y los científicos, que muchas veces trabajan en silencio y con muy poco reconocimiento del país, al que dedican sus desvelos”.
Durante su discurso, Giménez de Mendoza aseguró que una de las características “más hermosas del ser humano, ustedes lo saben muy bien, es su capacidad de soñar, y más grande aún resulta cuando los sueños se cumplen”. También recordó que detrás de los sueños cumplidos hay “trabajo, esfuerzo, persistencia, errores superados, entrega y compromiso. Ahí está la receta básica, aunque también están los dones, lo imponderable, el genio, ese que ustedes llevan cada uno consigo, pero que solo puede desarrollarse con las condiciones propicias”.
Los galardonados este año, “con su trabajo, con las conquistas que han alcanzado, son un faro que alumbra el porvenir de la ciencia en nuestro país, y con ello sientan las bases de un futuro que sabemos prometedor”. Con el optimismo que siempre la caracteriza, afirmó que, más allá de las dificultades, “pocas o muchas, que atravesamos en el presente, la construcción se está haciendo y este acto es una prueba irrefutable”.
Para finalizar, Giménez de Mendoza reflexionó sobre “un agudo problema que debemos encarar: la juventud ha salido del país. No tenemos generación de relevo, un grave obstáculo que ojalá pronto podamos vencer. Es la tarea que tenemos por delante”.
Cuarenta candidatos
La doctora Liliana López, presidenta de la ACFIMAN, fue la encargada de leer el veredicto del Comité de Selección del Premio Fundación Empresas Polar Lorenzo Mendoza Fleury 2024. Dicho comité estuvo conformado por los doctores María Eugenia Grillet, Alexis Mendoza y Liliana López (UCV), Rafael Almeida y Ramón Pino (ULA), Jafet Nassar (IVIC) y Gloria Buendía (Universidad Simón Bolívar, USB).
El “Premio Polar” se concedió por unanimidad “después de estudiar cuidadosamente las credenciales de los cuarenta candidatos presentados por los proponentes seleccionados”, explicó la doctora López. La decisión pone de manifiesto que, a pesar de la crisis que atraviesa el desarrollo de la actividad científica en Venezuela, “el talento, la creatividad y la productividad aún se conservan en las instituciones académicas del país”. La académica agradeció a la Junta Directiva de la Fundación Empresas Polar “por encomendarnos esta ardua labor y por depositar en nosotros la confianza para distinguir a los candidatos para el premio científico más importante del país”.
Margarita Lampo (IVIC/ACFIMAN)
La presentación de la doctora Margarita Lampo la realizó desde Colombia la doctora María Eugenia Grillet, ganadora del “Premio Polar” en 2019 e Individuo de Número de la ACFIMAN (Sillón X).
Además de ser investigadora emérita del Centro de Ecología del IVIC, la doctora Lampo es Individuo de Número (Sillón XXII) de la ACFIMAN y presidenta de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (FUDECI). En la actualidad, forma parte del grupo que lidera el Plan de Acción de Conservación de Anfibios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y la Iniciativa para la Supervivencia del Género Atelopus (ASI). Sus trabajos más recientes han contribuido con la epidemiología de la quitridiomicosis cutánea −enfermedad emergente producida por un hongo patógeno (Batrachochytrium dendrobatidis)− en poblaciones silvestres de anfibios.
Ciencia y piano
La doctora Lampo ha desarrollado su carrera en tres líneas de investigación. La primera es la ecología poblacional de insectos de importancia agrícola, “que inició durante sus estudios doctorales”. La segunda tiene que ver con la ecología de insectos de importancia epidemiológica, con aportes a la genética de poblaciones y evolutiva de insectos transmisores del parásito Leishmania (causante de la leishmaniasis). “La tercera y más productiva línea de investigación es la ecología de poblaciones de anfibios. Ha contribuido de manera significativa a comprender los procesos demográficos asociados con la invasión, establecimiento y posterior expansión local y regional de especies invasoras, como el sapo común. Las especies invasoras son responsables parciales de la actual pérdida de biodiversidad sobre el planeta”, dijo la doctora Grillet.
La académica “se hizo científica por ser muy curiosa. Le interesaba lo que le rodeaba y ahora le apasiona ahondar en los datos y descubrir patrones. Una pasión que comparte con el piano, ya que le dedica dos horas diarias desde que era muy joven”.
Juan Luis Concepción Curbelo (ULA)
El doctor Concepción Curbelo es profesor titular de la Facultad de Ciencias de la ULA, casa de estudios de la cual también es profesor del Posgrado en Biología Celular. Además, coordina el Laboratorio de Enzimología de Parásitos y dirige el Centro de Ingeniería Genética del Departamento de Biología.
En su constante búsqueda de herramientas de diagnóstico y tratamiento para la enfermedad de Chagas y la leishmaniasis con el uso de biotecnología moderna, ha desarrollado kits diagnósticos para ambas enfermedades, disponibles en centros de salud de áreas bajo riesgo, manteniendo en su laboratorio un servicio social de diagnóstico gratuito. Durante la pandemia, lideró la producción de un nuevo kit de diagnóstico para COVID-19. Todos estos kits poseen registro sanitario, precisó el doctor Mendoza.
El currículo de Juan Luis “es una muestra fehaciente de su capacidad como investigador y científico de relevancia en el área de bioquímica y biología molecular de parásitos”, comentó el doctor Mendoza.
Aunado a su producción científica, destaca “el amplio legado de la formación de recurso humano, con un alto nivel en bioquímica y enzimología de organismos parásitos”.
El doctor Mendoza reveló que el galardonado “es un apasionado de la pesca y el fútbol, al igual que de la culinaria”.
Reinaldo Marín (IVIC)
La presentación del doctor Reinaldo Marín −actualmente en Estados Unidos− le correspondió a la doctora Gloria Buendía.
El doctor Marín es investigador emérito del Centro de Biofísica y Bioquímica del IVIC, en el que ha trabajado por más de cuatro décadas. “La jubilación en 2012 le proporciona la excusa ideal para dedicarse a su actividad de investigación aún con mayor pasión”, señaló la doctora Buendía.
A la par de su compromiso con la formación de nuevos investigadores, el científico del IVIC ha hecho contribuciones fundamentales en el área de biomedicina en enfermedades que afectan a gran parte de la población.
“Sus estudios sobre fenómenos de transporte de sodio y su efecto en la hipertensión arterial abrieron un importante camino para la comprensión de la fisiología renal”, acotó la doctora Buendía. Asimismo, mencionó que sus investigaciones sobre el rol de ciertas enzimas en la motilidad de espermatozoides “han sido clave para la comprensión de algunas causas de la infertilidad masculina y su tratamiento farmacológico. Más recientemente, sus trabajos sobre el papel de la homeostasis iónica en el embarazo han contribuido al diseño de tratamientos para prevenir y controlar la preeclampsia y minimizar sus efectos”.
Nelson Ramírez (UCV)
El doctor Ramírez, actual jefe del Laboratorio de Biología Reproductiva de Angiospermas del Centro de Botánica Tropical de la UCV, es reconocido como el experto más importante de Venezuela en el ámbito de las estrategias reproductivas de plantas con flores. Sus aportes han sido útiles para entender el efecto del cambio climático y de la invasión de especies exóticas sobre la efectividad reproductiva en los trópicos, siendo asesor de iniciativas de recuperación vegetal de áreas perturbadas en muchas regiones, incluyendo la Gran Sabana.
“Nelson obtuvo la licenciatura en Biología en 1978 y ese mismo año fue contratado como instructor en la Escuela de Biología de la UCV. Entonces, como por arte de magia, su naturaleza intrínseca como estudioso de la biología reproductiva de plantas afloró y se convirtió en acción, en hechos”, relató el doctor Nassar. “Tenía muy claro su destino como investigador: compró un jeep que pertenecía a su padre, con su propio sueldo financió sus salidas de campo y nunca más paró de estudiar la biología reproductiva de plantas con flores de Venezuela”.
Las investigaciones del doctor Ramírez han abarcado un amplio escenario geográfico, “estudiando comunidades de cientos de especies de plantas en los llanos centrales, la región costera y la alta Guayana”, indicó Nassar.
Pasado de éxito
El doctor Oscar Noya, médico parasitólogo y jefe del Centro para Estudios sobre Malaria de la UCV, ofreció unas palabras en nombre de los ganadores del Premio Fundación Empresas Polar Lorenzo Mendoza Fleury 2022.
Comenzó enumerando los grandes aportes hechos en áreas como entomología, control de vectores, epidemiología e ingeniería sanitaria no solo para el control de la malaria, sino para mejorar la calidad y expectativa de vida de los venezolanos. Programas de viviendas y acueductos rurales permitieron lograr un hito, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS): ser el primer país en erradicar la malaria en 1961. La mayoría de las investigaciones se desarrollaron desde el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, incluso por encima del rol que jugaban las universidades nacionales, explicó.
“Contrariamente a este pasado de éxito, el desmantelamiento reciente de la estructura organizativa dentro del Ministerio, por la diáspora, jubilación y muerte de un destacado número de investigadores, nos ha llevado a ser el país que más casos de malaria aporta a la región”, aseguró el doctor Noya. En 2018, según cifras oficiales, el 53 % de los casos de malaria de todo el continente eran venezolanos. “Estimaron que, ese año, más de dos millones de venezolanos se habían infectado. Actualmente, uno de cada tres casos de malaria es venezolano”.
Ni malaria ni parasitosis transmitidas por caracoles
Adicionalmente, tampoco hay especialistas en caracoles de agua dulce en el país, aunque en Venezuela hay 65 especies, algunas vectores de enfermedades, “y somos el único país de América que tiene las tres parasitosis transmitidas por caracoles”.
“Después de ser líderes en la región en el control de las enfermedades endémicas, hoy, ante la ausencia de profesionales con capacidad de identificar nuevas especies, de estudiar su comportamiento o ecología y de determinar la susceptibilidad o resistencia a plaguicidas, nos limita nuestra capacidad de resolver los retos de nuevas pandemias transmitidas por vectores”, advirtió el médico ucevista.
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