Grupos armados irregulares, organizaciones guerrilleras colombianas y bandas criminales han optado por utilizar las fronteras fluviales en Venezuela para el transporte de mercancía y el paso de personas. Esta información surge de investigaciones de campo realizadas por Fundaredes, denuncias y testimonios.
En su boletín «Fronteras fluviales de Venezuela: autopistas de ilegalidad con Colombia y Brasil», la organización señaló que estos grupos buscan controlar los territorios fronterizos ilegales. Estos territorios son mayormente en el lago de Maracaibo y el río Catatumbo, sumado a un tramo importante del río Táchira y los ríos Arauca, Meta y Orinoco.
El boletín fue publicado el 28 de febrero.
Los ríos conectan cientos de pasos ilegales, conocidos como trochas, en las fronteras de Zulia y Táchira con Colombia. En muchos de ellos hay puentes artesanales que facilitan el paso ilegal de personas y mercancías.
Los contrabandistas, en algunos casos, utilizan botes, chalanas y todo tipo de embarcaciones improvisadas para movilizar sus recursos entre naciones.
«En la medida que el caudal es más abundante y los ríos se hacen más navegables se convierten en verdaderas autopistas fluviales. Estas autopistas conectan a Venezuela con Colombia y Brasil», indica el documento.
Fundaredes expone que en los estados Apure y Amazonas los pasos fronterizos son comúnmente utilizados para el tráfico de productos y materia prima. Esta mercancía va desde ganado en pie hasta insumos agrícolas como combustibles y oro.
Un investigador del estado Apure aseguró a la organización que en las inmediaciones del río Arauca la disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ejerce el control del territorio: narcotráfico y contrabando de gasolina.
Asimismo, los irregulares realizan secuestros en Colombia y pasan a sus víctimas a territorio venezolano. En ese país las mantienen en cautiverio, modalidad que aplican desde el año 2018, indicó.
«El río Arauca lo controla la guerrilla del lado venezolano; mantiene un monitoreo constante sobre todo del contrabando de gasolina para el cobro de la vacuna tanto a los canoeros como a quienes la trafican.
Las personas tienen temor a todo, hasta a denunciar; los guerrilleros pueden matar a quienes ellos consideran que están informando«, señala el documento.