El triunfo de Barinas el 9 de enero de 2022, la última victoria real que tuvo la oposición desde 2015, es la carta de presentación con la que Freddy Superlano, precandidato presidencial de Voluntad Popular, aspira ganar la primaria opositora y convertirse en el próximo líder que guíe al país de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Hoy, al representar la esperanza política de un partido cuyos principales líderes se han visto condenados al exilio, Freddy Superlano considera que la frase «El hombre y sus circunstancias», en su caso, «encajan a la perfección».
«Hasta hace poco era un dirigente político regional. Después de los hechos de Barinas empecé a asumir una responsabilidad dentro de Voluntad Popular a partir del año 2022 y, con lo que sucedió con Juan (Guaidó), ahora asumimos esta responsabilidad», dice con humildad en entrevista con El Nacional.
Desde las oficinas de la tolda naranja en Caracas, el líder barinés de 47 años se muestra sereno, comedido y conciliador. Consciente de que «el llanero es del tamaño del compromiso que se le presente», asume este reto que, a su juicio, le permitirá a todos los contrincantes opositores «entender cómo abordar la problemática venezolana en este momento, desde lo humano, lo social e, inclusive, lo científico».
Oposición variopinta
Para Freddy Superlano, la primaria de la oposición, a celebrarse el próximo 22 de octubre, es una «herramienta que va a agitar la conciencia del ciudadano». Además, indica, va a alinear a la dirigencia opositora para enfrentar la mayor exigencia que tienen; que es organizarse, movilizarse y defender el voto cuando se enfrente al chavismo en las venideras elecciones presidenciales.
Afirma que este hecho político «va a trascender más allá de la escogencia de un candidato», puesto que, de cara al 2024, quien resulte electo en la primaria va a representar «la esperanza de cambio de la gran mayoría de los venezolanos».
Aunque «lo variopinta de la oposición» -que actualmente cuenta con al menos 11 precandidatos presidenciales- pueda percibirse «como una debilidad», el dirigente de VP estima que es «una fortaleza».
Resalta la importancia de que los distintos candidatos recorran el país, nutriendo el discurso y la narrativa, elaborando propuestas y presentando su oferta electoral, para que se vuelva a «agitar de nuevo la esperanza» y se conecte, de alguna manera, con esa población que hoy se muestra apática.
«Hoy en día todavía la sociedad venezolana, la gran mayoría, no está involucrada dentro de este proceso de escogencia de candidatos de los factores de oposición», reconoce.
Voto castigo
No obstante, el dirigente político sostiene que el 82% del país que hoy rechaza al gobierno de Nicolás Maduro y sus seguidores ya no compran el discurso de «rodilla en tierra» ni el de «restearse con hambre y desempleo».
«Hay un pequeño grupo que continúa aprovechándose del sacrificio de grandes masas que en algún momento creyeron en una oferta del país que le hicieron, que se hicieron la esperanza en ver una Venezuela distinta a la que habían vivido, tal vez, y lo que han visto durante 23 años es como una pequeña cúpula se sigue usufructuando del sacrificio de otro«, señala.
Por este motivo, considera, esa mayoría que ya no cree en los llamados gubernamentales «se lo va a cobrar» en las próximas elecciones. Un ejemplo, menciona, es que muchos oficialistas votaron por él el 21 de noviembre de 2021 y por Sergio Garrido, actual gobernador de Barinas, el 9 de enero de 2022.
«Yo no creo que la gran mayoría le esté comprando el discurso porque no es creíble ese llamado a un sacrificio, cuando la verdad es que los hijos de esa cúpula gobernante si salen del país es para estudiar, por ofertas de trabajo o de negocios, no como los nuestros que salen por necesidades distintas. Ya no se lo creen y se lo van a cobrar en el momento que tengan una elección«, asevera.
Elecciones «medianamente transparente»
Freddy Superlano destaca la importancia de construir una elección con «medianas condiciones» ante la «lección de vida» que, cree, el pueblo le dará al chavismo en el próximo escenario electoral.
A su juicio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) enfrentará el reto de celebrar unas elecciones «medianamente transparentes» para renovar la imagen de Nicolás Maduro y lograr que este vuelva a gozar del reconocimiento internacional.
Eso, añade, fue lo que intentaron hacer en las elecciones regionales de 2021, pero la situación que se suscitó en Barinas echó este esfuerzo por tierra. Debido a esto, continúa, surgió el informe del equipo de observadores de la Unión Europea, que señalaba, entre otras cosas, la falta de separación de poderes.
«El interés de Nicolás (Maduro) por hacer una elección no es para poder gobernar en el país, porque el poder fáctico lo tiene. Pudieran hacer como han hecho otras dictaduras que hacen una consulta, un plebiscito y lo tratan de manipular. En este caso, él trató de hacer un esfuerzo para que las elecciones del 2021 fueran creíbles ante la comunidad internacional y construir una narrativa de que en Venezuela habían condiciones para una elección presidencial, pero no fue así», apunta.
Pese a admitir que el gobierno «tiene todos los poderes en sus manos para tomar decisiones» y tratar de «confundir y boicotear» a la oposición, afirma que su búsqueda de legitimidad le brinda una oportunidad a la dirigencia opositora para derrotar a Maduro en el 2024.
«Si no visualizamos que es una posibilidad cierta que se nos pueda presentar, vamos a ser de nuevo unos incautos ante un gobierno que tiene un poder fáctico. Si no tenemos el liderazgo correcto, vamos a cometer los errores que hemos cometido en el pasado y vamos a desaprovechar la oportunidad de derrotar a Nicolás Maduro en las urnas electorales», subraya.
– Por casos fortuitos, hoy Freddy Superlano representa la aspiración presidencial de VP, ¿cómo se prepara para asumir este reto?
-Hasta hace poco era un dirigente político regional, con intenciones de aspirar en su estado, donde por más de 23 años habíamos adversado a una familia que ostentaba el poder. Nosotros ya veníamos haciendo un trabajo en el país, nos había permitido conocer parte de la realidad que vivía el venezolano, no muy distinta a la que vivíamos nosotros en nuestra provincia (Barinas), pero ahora con esta posibilidad cierta. No es cualquier cosa, es asumir un compromiso que va mucho más allá de lo que te puedes imaginar. Hoy en día seguimos representando el interés del ciudadano común, mucho más allá de los partidos políticos, de generar un cambio político en el país.
-La gran cantidad de candidatos genera la percepción de desunión dentro de la oposición, ¿cree que la primaria sirva para despejar esas dudas y consolidar la unidad?
-El hecho de que existan muchos candidatos no habla mal sino bien de los factores de oposición porque hay muchos liderazgos. La primaria se abre como una oportunidad. Primero, para que aquellos liderazgos que no han tenido la oportunidad de sobresalir en el país durante todo este tiempo, lo hagan. Por otro lado, también te permite recorrer el país, que le hace falta esa dosis de agitación para prepararnos para lo que viene. La primaria es una herramienta fundamental para decantar liderazgos, para consolidar también liderazgos, atraer la legitimación y, sobre todo, para alcanzar un gran acuerdo político de las distintas visiones del país. Todo con un objetivo común, que no es otra cosa que el cambio político en Venezuela. Urge que los candidatos puedan reunirse cara a cara en los próximos días para establecer algún tipo de condiciones o parámetros fundamentales para el desarrollo de la primaria. Sin intermediarios, sin interlocutores, los mismos candidatos viéndose la cara. Al país le hace falta que nosotros podamos brindarle esa sensación de responsabilidad, entendiendo que, aún existiendo diferencias entre nosotros, somos capaces de repararla para enfrentar el desafío mayor.
-¿Cuál sería el principal reto de esta primaria para la oposición?
-Las disputas internas de las distintas visiones dentro de la oposición han hecho que se haya debilitado, por así decirlo, la percepción de credibilidad en los actores políticos. Es el mundo político el que tú ves activado en la calle (con la primaria), son los partidos políticos, pero no lo ves a la ciudadanía todavía. Hay desafíos que lo anteceden. Rescatar la credibilidad en la gente, la confianza de nuevo en el voto y, también, en nuestras propias capacidades de construir criterios que nos lleven a la unificación de todas las distintas posiciones que hay dentro del gran mundo opositor.
-¿Puede ser el hecho de que la dirigencia ha estado un poco disociada de la realidad del pueblo lo que hoy haya llevado a esa apatía?
-Es posible que algunos actores puedan estar disociados de la realidad que vive el pueblo; que hayamos pasado mucho tiempo en el diagnóstico del problema y no hayamos empezado a hablar de soluciones. Nuestras propias acciones, producto de nuestras diferencias, es posible que hayan hartado a la gente. El hecho de no vivir en Caracas, sino recientemente, y vivir lo que vive realmente la provincia, lo que vive el ciudadano después de que pasa el túnel de Ocumitos hacia el Occidente del país o cuando vas hacia el Oriente; te desprendes y comienzas a ver las necesidades reales que tiene la sociedad, desde los servicios básicos hasta lo que hoy en día padece cualquier barriada caraqueña. Creo que sí hubo algunos actores políticos que se vieron disociados de la realidad política seguramente, que no entendieron la realidad de la cual nos está hablando la gente hoy en día, pero eso todavía se puede salvar.
-Este es un pueblo tiene años luchando en la calle, acompañando protestas, a través del voto y sobreviviendo en medio de una crisis, y no ha visto respuesta, ha visto, en cambio, hechos de corrupción de parte y parte, ¿cómo venderle, en medio de este escenario, confianza a la población?
-No es comparable una cosa con la otra. Recientemente, nos enterábamos por ellos mismos de un robo de 23 mil millones de dólares. No quiero significar que el hecho de que alguien robe poquito y alguien robe más, lo hace distinto. Sin embargo, muchas de estas denuncias o narrativas del régimen obedecen a una lógica que ellos han inventado para tratar de descalificar a factores de la oposición. Lo que sí te puedo hablar es de la corrupción del régimen. Para colocarle internet a todas las escuelas del país necesitamos 100 millones de dólares; estamos hablando de 24.000 instituciones. Cuando este escándalo de corrupción se inicia, en un allanamiento se consiguió una cantidad de dinero en efectivo, no recuerdo si eran 30 o 60 millones de dólares. Lo significativo de esto es la capacidad para poder saquear al Estado venezolano, producto de lo que vivimos hoy en día. Entonces, es incomparable esto que tratan de hacer ver muchas veces que los de aquí (opositores) son tan corruptos como estos (chavismo). El gobierno aprobó en su AN una Ley de extinción de dominio, que no es otra cosa que una herramienta administrativa de justicia que ellos van a tener para ir en contra de todo lo que se oponga a Nicolás (Maduro) dentro del gobierno y en la oposición. Si no hay separación de poderes en el país, si no hay Estado de derecho, es difícil que se combate realmente la corrupción. Cada día en el ejercicio del poder de Maduro representan más de 200 millones de dólares para el pueblo venezolano. ¿A dónde va eso? ¿A dónde se está invirtiendo? Porque lo que existe son negocios oscuros detrás de eso. Mientras tanto, nosotros tenemos hoy, después de 23 años, el salario más bajo de todo el continente.
-Maduro le pedía recientemente a los ciudadanos que resistieran, ¿qué más tiene que resistir la población?
-Creo que el cinismo da para más incluso por parte de ellos.Yo no sé qué más les pueden pedir. Siete millones de venezolanos hoy en día se encuentran fuera del país porque no encontraron posibilidad cierta en Venezuela. Yo te lo hago con propiedad. Tres de mis hijas se fueron a buscar futuro en un país distinto porque el que tenemos no se lo podía ofrecer. Ese discurso no se lo creen ni siquiera sus propios seguidores. Veamos lo que sus propios manifestantes hacían el 1º de mayo en la calle, con el incremento de los bonos, no del salario; ellos también lo rechazaban. La verdad es que hay miedo para manifestarlo, pero existe la posibilidad de que eso se manifieste a través de una elección. Y es por eso que Maduro no le pone fecha a la elección presidencial.
-Decia que Maduro no convoca a una elección, ¿no deberia hacerlo el CNE?
-En este país no hay Estado de derecho ni separación de poderes. En otros países del mundo si su elección presidencial es hoy, ya saben cuándo va a ser la próxima elección presidencial porque existe un cronograma y separación de poderes. Nosotros no lo tenemos. Aquí de repente es un miércoles, un señor dice «mira, cuidado si adelantamos las elecciones en agosto»; es alguien que no representa ninguno de los poderes del Estado, pero se le ocurre porque tiene un poder político fáctico. Alguien pudiera decir, «¿cómo ustedes creen que, a unos señores que controlan los poderes del Estado y te convocan a la elección cuando quieren, se le pueda ganar?» Si tenemos la capacidad de organizar ese descontento y construir capacidades organizativas de movilización y de resguardo del voto, estamos convencidos de que eso puede pasar. Con las mismas reglas de juego que ellos puedan darnos se les puede derrotar electoralmente en el momento en que se convoque. ¿Cuándo lo van a hacer? Tienen muy poco espacio y margen de maniobra, también tienen un problema de ilegitimidad y de reconocimiento ante el mundo, que le coloca pues obstáculos para poder conseguir financiamiento. Entonces, ¿cuándo convocarla? Con el pasar de los días cada vez se le hace más estrecho el margen de maniobra y no les va quedando otra que convocarla para el año 2024.
-¿Es el CNE es un órgano dependiente del gobierno, entonces?
-Sí, que cuenta los votos. Sí, que tiene que tener un sistema electoral auditable. El otro reto o complicación que tiene Maduro es que su elección tiene que ser medianamente transparente para que tenga reconocimiento internacional. Ciertamente es así, el Consejo Nacional Electoral está tutelado y controlado, pero también es cierto que sus procesos para hacerlos creíbles ante la comunidad internacional tienen que ser auditados. Y es allí donde nosotros jugamos un papel fundamental; en la capacidad para poder resguardar, para estar preparados técnicamente y políticamente durante el proceso. Pero, sobre todo, en la capacidad de poder movilizarnos de manera organizada para cuando tengamos que salir a proteger y a reclamar lo que la gente va a decir de manera contundente, abrumadora y masivamente, cuando tengamos la oportunidad de una medición electoral presidencial.
-¿En este escenario es recomendable el apoyo del CNE?
-Para nosotros es muy importante el resguardo de la identidad del elector. Sin embargo, la Comisión Nacional de Primaria ha querido construir una primaria que no sea una camisa a la medida solamente para algunos, sino que sea una primaria donde puedan existir o convivir todas las visiones que tenemos al respecto. Yo sí creo en una primera que tiene que ser robusta, que técnicamente tiene que resguardar la identidad del elector. Hay facilidades que presta el ente electoral, que tiene que ver con los centros de votación y el resguardo de los mismos. También está el hecho de familiarizarse con un sistema que es el que va a tener que utilizarse cuando venga la elección presidecial.
-A diferencia de la elección presidencial, se entiende que en este proceso participan solo opositores. ¿La intervención del CNE no disminuiría esta participación, por miedo a sufrir represalías?
-Sí, seguramente sí, pero tal vez no como antes. Si analizamos, antes pues quizás la gente tenía mucho más que perder. Hoy en día un funcionario público tal vez no le dé tanto temor perder los 5 dólares que se gana al mes, tal vez que tenga la capacidad de desafiarlo. Sin embargo, para nosotros es importante que esa identidad se pueda proteger y de que la convocatoria de la primaria sea masiva para que sea robusta. Para ello, también tiene la necesidad de tener la mayor cantidad de centros de votación a los distintos sectores; que pueda llegar, inclusive, mucho más allá de lo que no son los centros focales. Eso significa un gasto también en el momento en que se decide hacer por autogestión. También los elementos de movilidad del voto cambiaron. La última primaria fue en el año 2012. Era otra Venezuela, sin duda alguna. La capacidad de movilización era otra. El tema por el combustible en el interior del país era mucho menos complejo de lo que es ahora. Esto es un tema que va mucho más allá de la captahuella.
-Usted mencionaba que en 2021 Maduro trató de construir unas elecciones medianamente creíbles, en las que usted pudo participar gracias a unos acuerdos, sin embargo, al momento de resultar electo el TSJ anuló este resultado. En medio de este escenario, ¿qué seguridad puede tener un candidato como Freddy Superlano, hoy inhabilitado, que de ganar la primaria pueda enfrentarse al chavismo en 2024?
-Yo nunca estuve inhabilitado antes del 2021. La verdad es que yo tuve orden de aprehensión. Eso me llevó al exilio unos meses. En el momento en que sale el fulano indulto, un 31 de agosto del año 2020, yo me encontraba en Venezuela. Cuando salió una lista de habilitados yo no estaba porque nunca lo estuve. El CNE nunca informó algún tipo de inhabilitación. Entonces, ¿qué te quiero decir con todo esto? Que nadie en este país es inhabilitable. Hay gente que participa en la primaria y dice «es que yo estoy habilitado»; eso no es una condición que a usted lo proteja o lo blinde. Si no hay un acuerdo político para esas elecciones del año 2024, quien gane la primaria aunque no esté inhabilitado hoy, puede estarlo mañana. Antes lo decía, existe un interés por parte del régimen en tener legitimidad para poder acceder a fuentes de financiamiento y a recursos que están congelados en el extranjero. Entonces, para que esto suceda tiene que alcanzarse un acuerdo político y ese acuerdo pasa porque tengamos condiciones o medianas condiciones. Mientras tanto, hay que hablarle a la gente con la verdad, decirle que podemos tener un escenario tipo Nicaragua o que ya lo estamos viviendo. Ahora, ¿qué hacemos al respecto? Si no visualizamos que es una posibilidad cierta que se nos pueda presentar, vamos a ser de nuevo unos incautos ante un gobierno que tiene un poder fáctico.
-¿Es posible lograr que el gobierno de Nicolás Maduro realmente cumpla con los acuerdos?
-Creo que sí es posible lograr un acuerdo político. Ellos no tienen manera de ganar una elección que no sea promoviendo la división de los factores unitarios. Hoy en día, ellos reconocen que el 82% de rechazo que sostienen en todos los son dedos de opinión. Hay una decisión tomada ya por el pueblo venezolano, no va a acompañar a Nicolás Maduro por más que ofrezca, por más que amenacen, por más que quiera tener una narrativa comunicacional y que la pueda tratar de imponer a través, por supuesto, de los canales que controlan.
-¿Qué debería de tener el líder que sea electo en la primaria?
-Lo primero que debe tener es desprendimiento, entender que si en ese momento no puede ser por «equis» o «y» razón el candidato, tiene que procurar que sea otra la persona correcta que mantenga el mismo discurso, narrativa y líneas de acción. Si el liderazgo no unifica, sino que hace todo lo contrario y se quiere elegir como la única persona correcta y rechaza el apoyo o el esfuerzo colectivo de todos los demás, pues no va a construir las fuerzas necesarias ni las capacidades suficientes para derrotar al oficialismo. Tiene que entender que hay un fin superior al de su propia aspiración, por más válida que sea, por más legítima que sea. Si eso lo tiene ese liderazgo, entonces tiene el elemento, la característica fundamental para comenzar a liderar este proceso de cambio en el país.
-¿Es posible ganarle a este gobierno, que ha dicho que no sale ni a balazos?
-Una contundente derrota seguramente los hace entender. Forma parte de su retórica en decir que no hay manera de que democráticamente eso pase. No son demócratas y eso lo tenemos completamente claro. Pero, aún así yo no voy a desperdiciar la posibilidad de que la fuerza de la voluntad política de la sociedad, de las fuerzas vivas del país, se los haga entender a través de los votos, de muchos votos; de la manifestación cívica más grande que esta nación alguna haya podido ser testigo en los últimos años. Seríamos no solamente mezquinos sino también egoístas o cobardes, en desaprovechar una oportunidad como esta que se nos va a presentar. Ellos después verán qué hacen cuando tengan una derrota que supere los dos millones, tres o cuatro millones de votos. Ellos verán después qué hacen, si desconocen esto y se colocan de espaldas al pueblo, de espaldas a la Constitución y la comunidad internacional; si siguen con su discurso y su narrativa retórica que ha traído más atraso que cualquier otra cosa.
-En estos día ha surgido en debate al definir al gobierno de Maduro como una dictadura o no, ¿puede decirse que es una dictadura?
-Lo es y yo creo que tenemos que tenerlo con claridad. Y alguien diría, «pero Freddy, ¿cómo si es así tú no estás preso?». Bueno, tiene características distintas a las que están reflejadas en los libros de historia, a las dictaduras que conocieron nuestros abuelos. Este régimen tiene características muy particulares. La manera cómo llegó, cómo se ha sostenido en el ejercicio del poder, cómo está hoy en día operando desde Venezuela. Decir que no, pero es que hacen todo lo opuesto a lo que es un demócrata. Entonces, todo lo opuesto a un demócrata, ¿qué es? Al final del día, si puedes caer en debates conceptuales y quieres llevarlo hasta allá, pero si tienes que calificarlo de alguna manera pues es eso, una dictadura. Democracia además de votar, por supuesto, es Estado de Derecho, es República como tal, que no tenemos en este momento.
-¿En que se enfocaría el plan de gobierno de Freddy Superlano?
-Nuestro plan de gobierno se centra en el potencial energético que tenemos en la actualidad. Pudiéramos hablar de eléctricidad, de gas natural, de la capacidad de explotar la energía solar, eólica y todo lo demás, tiene que ver con lo que tenemos en el subsuelo, el petróleo. Siempre hemos satanizado ese recurso que tenemos ahí a la mano, como algo que nos ha traído la desgracia que tenemos en la actualidad y la verdad es que en otros países la experiencia ha sido distinta. Fue una bendición que utilizaron personas con responsabilidad para hoy tener paíse con economías mucho más saludables, estables y que le han brindado tranquilidad y estabilidad económica a su ciudadanía. Si tenemos la reserva más grande de petróleo del mundo en Venezuela, ¿cómo hacemos para convertirlo en una herramienta que nos permita palancar, dinamizar, diversificar nuestra economía? Tenemos un margen de tiempo muy corto, pero tenemos que hacerlo, implementarlo y aplicarlo. El petróleo va a ser la palanca para dinamizar la economía venezolana, pero para eso necesitamos conseguir el cambio político para generar estabilidad y garantías jurídicas. Tenemos que modificar, inclusive, nuestra Ley de Hidrocarburos; replantear nuestro modelo de negocio para el tema petrolero, diversificar la economía con las actividades conexas que tiene también la explotación del crudo. Por otra parte, tienes que democratizar lo que puedas sacar del subsuelo. Y nosotros hemos dejado para el debate, por ejemplo, la creación de un fondo que puede ser un fondo de retiro del ciudadano; que pueda ser financiado con las regalías petroleras, con el impuesto sobre la renta que se le aplicaría a las empresas que trabajen con el petróleo. Por supuesto, nada de este plan va separado de la producción agrícola y pecuaria, de lo que tiene que ver con la reactivación del sector de la construcción. Tienes que regresar de nuevo a una revisión del sistema educativo, entendiendo que el Estado docente ya no tiene la capacidad de soportar la carga que lleva consigo todo esto. Entonces, tienes que revisar el sistema de educación cómo lo vas adaptando también a la reactivación de tu actividad económica. Se tiene que hablar de una educación productiva, o lo que nosotros conocimos en el pasado como las escuelas técnicas. Debemos formar profesionales que puedan ser mano de obra calificada para la diversificación, explotación, dinamización de la economía.
-¿En este escenario se plantearía la dolarización de la economía?
-Es un proceso que nosotros pensado. No hemos querido ser irresponsables en decir «vamos a dolarizar toda nuestra economía». Algunos de nuestros economistas han dicho que pudiéramos plantear la creación de una nueva moneda también, pero nuestra principal duda tiene que ver con el desconocimiento real que existe en las estadísticas del Estado. Para tomar una decisión como estaa es necesario manejar todo tipo de información en detalle, no solamente las estadísticas que alguna vez, cada cierto tiempo, estos señores son capaces de publicar, sino lo que existe como tal.
-Al debate se han sumado temas actuales como la legalización de algunas drogas, ¿cuál es su posición al respecto?
-Hay muchas experiencias para casos medicinales, que pudiera evaluarse como tal.
-¿Sobre la aprobación del matrimonio igualitario?
-Esto sería de un debate mucho más amplio. Creemos en los derechos civiles de las personas, que hay situaciones que pueden al final del día legalizarse, que tendrían que evaluarse.
-¿Y el aborto?
-Con el tema del aborto, yo no quisiera fijar una posición sin antes consultarle a la mujer venezolana. Hay que llevar esto a un gran debate que vaya mucho más allá de lo social y de lo religioso, porque es una decisión fundamental que va en la persona. Esto nos obliga a generar un debate mucho mucho más allá de lo que nosotros pudiéramos hacer entre tres cuatro técnicos, en cinco o seis personas que estén pensando acerca del tema. Tenemos que socializarlo, discutirlo y evaluarlo para tomar decisiones conjuntamente con la sociedad venezolana, pero en este caso la mujer juega un papel fundamental en esa decisión.
-¿Estaría Freddy Superlano de acuerdo con una reforma para eliminar el derecho al voto de los militares?
-Habría que hacer allí algunas consultas y discusiones en relación a esto. Soy de los que piensa que generalizamos muchas veces todo acerca del estamento militar, cuando no todo lo que está allí es malo. Yo sí creo que existe todavía gente con mérito que respeta la carrera militar, que respeta la institucionalidad. Por supuesto, algunos están dispuestos a que el estamento militar regrese a la institucionalidad, a ser los primeros guardianes de la Constitución y de las leyes en Venezuela. Yo sí creo que debe suprimirse el accionar político de la Fuerza Armada dentro del Estado venezolano y que deben regresar a lo que es su función fundamental, a la que seguramente muchos de ellos están dispuestos para retornar.
-¿Qué diferencia a Freddy Superlano de otros candidatos?
-El hecho de haber convivido hasta hace muy poco en la realidad política desde la región, de haberme sometido al escrutinio público de la gente en el sufragio electoral recientemente y de haber afrontado una circunstancia inédita que no se ha presentado antes en el país. Hoy en día tener eso tan fresco y colocarlo al servicio de los factores de oposición, es lo que nos da quizás un plus adicional en relación a los demás. Si la gente quiere votar por una persona que sea capaz de derrotar a Nicolás Maduro, seguramente estaría pensando en Freddy Superlano. Nosotros no solamente tenemos la última experiencia de una victoria real, no solo porque ya hemos derrotado a los últimos de los Chávez en el ejercicio del poder. Tomamos las decisiones idóneas, que no necesariamente significó de que tuviera que ser yo el protagonista para derrotarlo políticamente por una segunda oportunidad, pero que sí estuvo bajo nuestra dirección y conducción, acompañado siempre la unidad. Alguien que respete la unidad, pero que también la practique, que la haga efectiva y afectiva, es lo que necesitamos nosotros para derrotar los escenarios que se nos van a avecinar de aquí al 2024.