La Fiscalía General de Colombia apeló el reciente fallo que absolvió al empresario barranquillero Alex Saab, señalado por las autoridades de Estados Unidos como el principal testaferro de Nicolás Maduro, publicó el medio colombiano El Espectador.
El hombre, ahora alto funcionario del régimen chavista, presentaba acusaciones en Colombia por presunto lavado de más de 25.000 millones de dólares a través de su empresa Shatex mediante importaciones y exportaciones falsas.
Acusado de estafa agravada, exportación ficticia y concierto para delinquir, fue absuelto el pasado 17 de mayo.
El juez del caso determinó que la Fiscalía no pudo probar sus acusaciones durante el juicio y destacó que los informes periciales de la defensa mostraban que Shatex cumplió con las regulaciones colombianas en sus operaciones comerciales.
Esta defensa se conoció en 2019 durante la audiencia de imputación de cargos. La fiscal del caso en ese momento argumentó que Alex Saab manipuló registros financieros para lavar 25.000 millones de dólares, que supuestamente llegaron desde Venezuela en 2007 y los transfirieron a cuentas extranjeras de empresas fantasmas.
Entre las pruebas de la Fiscalía se encontraba un informe de la DEA de 2018, que describía cómo el empresario colombiano y su hermano Amir presuntamente crearon empresas fachada para lavar activos.
Shatex tuvo un crecimiento inusual
El documento detallaba un crecimiento económico inusual de Shatex entre 2006 y 2009, que según la investigación creció en 923% solo entre 2006 y 2007.
Durante la audiencia de alegatos finales el 2 de mayo, el abogado de Saab, Camilo Bocanegra Bernal, argumentó que la Fiscalía no había presentado pruebas suficientes y que la defensa había demostrado la legitimidad de las operaciones comerciales de Shatex.
Bocanegra afirmó: «La Fiscalía no logró probar sus acusaciones, mientras que esta defensa cumplió con todas sus promesas probatorias».
La acusación de la Fiscalía incluyó términos como «doble contabilidad» y «empresa de papel», sugiriendo un crecimiento económico sospechoso. Sin embargo, la defensa refutó estas alegaciones y afirmó que las operaciones de Shatex seguían el comportamiento normal de la industria de importación y exportación de confecciones, sin evidencia de actividad ilegal.