El gobierno de Nicolás Maduro agradeció este lunes a Cuba por el envío de más de 1,5 millones (1.590.000) de dosis del candidato vacunal Abdala. La inyecciones llegaron al país el domingo.
«La solidaridad de los pueblos materializada en un gesto de fraternidad y humanismo. Nuestro agradecimiento en nombre del presidente Nicolás Maduro y de todo el pueblo venezolano al gobierno y al pueblo cubano. Como diría nuestro comandante Chávez: amor con amor se paga». Así lo expresó el canciller Félix Plasencia en Twitter.
El sábado, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba informó en la misma red social que con este último cargamento de vacunas, Venezuela ha recibido hasta la fecha 6.970.000 dosis del fármaco que se fabrica en la isla.
16 millones de Abdala para final de año
Nicolás Maduro señaló recientemente que Venezuela recibirá hasta final de año 16 millones de dosis de la vacuna Abdala.
El 8 de noviembre, la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, informó que comenzó la inmunización de niños de entre 2 y 11 años de edad. Para ello dijo que se usaría otro fármaco cubano: el Soberana II.
En esa ocasión, Rodríguez también afirmó que en los días siguientes autorizarían la inmunización de menores de edad con la vacuna Abdala, así como una de las dosis de China, sin precisar cuál.
Advertencias
El Colegio de Enfermeros de Caracas y docentes pidieron el 16 de noviembre que no se aplique a niños la vacuna Abdala. Esto por considerar que todavía es un prototipo, pese a recibir autorización para el uso de emergencia por las autoridades cubanas.
«Los niños son sujetos especiales de derecho y hoy en Venezuela no podemos seguir permitiendo que nuestros venezolanos se conviertan en conejillos de indias». Así lo dijo la presidenta del Colegio de Enfermeros en Caracas, Ana Rosario Contreras, que encabezó una protesta frente a la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
A su juicio, eso es lo que sucedió con 10.000 venezolanos que acudieron a inocularse la Abdala en condiciones que consideró «bajo una oferta engañosa».
«Fueron llamados a unas jornadas territoriales de vacunación y la misión médica cubana en el país «terminó diciendo que era una intervención sanitaria, es decir, un ensayo clínico», denunció.
Por eso, envió el mensaje a los organismos internacionales de que en Venezuela no se están respetando los protocolos para someter a las personas a ensayos experimentales, en los que la primera obligación es el consentimiento informado.
«Celebramos que en Cuba se pretenda hacer una vacuna. Sin embargo, creemos y estamos convencidos de que desde hace seis meses el mundo tiene una canasta de vacunas», dijo.
Recordó que en Venezuela se ha inoculado con la china Sinopharm y la Sputnik V, que están debidamente certificadas por organismos internacionales.