El federalismo en Venezuela ha sido durante 200 años una deuda pendiente. A pesar de que la mayoría de las constituciones desde 1864 establecieron la formación del Estado federal, no existe en la práctica. Ni siquiera cobró fuerza con la Constitución de 1999, que prevé modelo descentralizado iniciado en 1989. No obstante, está arraigado en la cultura política de los venezolanos. Y lo está por encima del centralismo del poder, señaló el abogado Ramón Guillermo Aveledo, presidente del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro.
“El federalismo permanece en un país en el que son tan pocas las cosas que se han mantenido en el tiempo. Esa es la causa de su supervivencia por la cual nadie se atreve a borrarlo, ni Marcos Pérez Jiménez se atrevió, ni el general Juan Vicente Gómez, ni ahora se han atrevido, y es así porque está en un lugar de la cultura. Nadie se ha atrevido a tocarlo. Y mire que hemos tenido constituyentes a lo largo de 200 años”, señaló según una nota de prensa.
El catedrático hizo la reflexión durante la presentación virtual de su libro más reciente Mito, promesa y realidad, el federalismo y la Constitución: experiencia venezolana, en un foro realizado por el Instituto de Gerencia y Estrategias del Zulia en alianza con el IEPFT, el cual contó con la contribución de Universitas Fundación.
En la obra editada por la UCAB participaron también los abogados y académicos Jorge Kiriakidis, Andrés Carrasquero Stolk y Mariana Campos Villalba, todos especialistas en el tema de la descentralización y quienes conformaron el panel.
El foro estuvo moderado por el profesor Gustavo Machado, con comentarios del abogado y catedrático de LUZ Jorge Govea.
El libro está dedicado al académico y político zuliano Jorge Sánchez Meleán, que realizó significativos aportes al estudio de la descentralización. “Es una modesta contribución al fortalecimiento de la conciencia venezolana, en el que el modelo federal descentralizado es fundamental para la realización del Estado democrático y social de derecho y de justicia, como está diseñado en la Constitución. Allí está el trazado, el rayado de la carretera hacia nuestra libertad y prosperidad”, agregó Aveledo.
Destinó parte de su exposición a las experiencias del federalismo en Alemania, Estados Unidos, Colombia y España. “A pesar de los avances y retrocesos, el camino de la civilización, del Estado de Derecho, es hacia el poder desconcentrado”, dijo. Citó el ejemplo de Colombia que, pese a ser un Estado unitario, hay transferencia a departamentos para resolver los problemas: “Tiene más ingredientes de descentralización que un Estado federal como nosotros”.
Federalismo: una agenda inacabada y un desafío
Govea dedicó parte de su intervención a disertar sobre el trabajo de Aveledo y su equipo, basados en la obra de Sánchez Meleán. Destacó que el federalismo, la descentralización, constituye “la agenda inacabada”, pues “no hemos logrado como sociedad hacer del federalismo una práctica sana”, aunque ha estado contemplada en los textos constitucionales.
“Ahora de lo que se trata es de un nuevo tipo de Estado”, prosiguió Govea. “Y ese Estado comunal de inspiración socialista marxista, nos enfrenta a la disolución no solo de ese Estado establecido en el artículo 4 de la Constitución vigente que se planteaba como socialista en la consulta para la reforma de 2007. La agenda inacabada de la federación venezolana siempre ha estado allí desde la mitad del siglo XIX”.
A una pregunta de los participantes en el foro sobre el mayor daño irreversible que impone el Estado comunal en Venezuela, señaló: “El mayor daño es al federalismo, a la descentralización, por una parte, porque a pesar de que se habla del poder popular, del poder comunal que hasta un ministerio le inventaron, toda la política, la teoría y la praxis política la decide el poder central. Eso hace desaparecer al federalismo clásico que establece la distribución vertical del poder nacional, estatal y municipal. Esto es un atentado directo a la existencia de esa distribución del poder en distintas unidades político territoriales; y también es otro atentado al pluralismo político y la participación, pues hay que ser militante de la causa chavista, aunque el pluralismo político es un valor constitucional. La participación política tiene que ser autónoma, decidida por el ciudadano y de manera voluntaria, pero en esa nueva arquitectura del Estado se contraría a la propia Constitución de 1999 y leyes vigentes, y se acaba con el tema de la participación. Sería la construcción y consolidación de cierto modelo neototalitario. Y hay es que seguir luchando contra esa imposición avasalladora en defensa del Estado federal”.
Activar el Consejo Federal de Gobierno y el Senado
Por su parte, los panelistas expusieron los temas abordados en el libro.
Jorge Kiriakidis, desarrolló una extensa reflexión sobre el federalismo cooperativo establecido en la Constitución vigente y su efectiva funcionalidad. Y cuestionó el Estado comunal. “Quiere matar sociológicamente al federalismo en el corazón de las personas; es una buena y malvada idea para acabar con un extraordinario principio que se ha mantenido en el tiempo. Hay que prestarle mucha atención”. Y planteó la necesidad de rescatar la Cámara del Senado en el Poder Legislativo. “Acabar con ella fue el mayor daño al federalismo”, expresó durante su exposición.
Andrés Carrasquero Stolk analizó en el libro la existencia del Consejo Federal de Gobierno, establecido en el artículo 185 de la Constitución, en el marco de la planificación de políticas públicas y acciones para el progreso de la descentralización. “Nunca ha existido, y lo que ha ocurrido es que acabaron con los estados y municipios, fortaleciendo el poder central a través de la figura del poder popular. Ciertamente ha faltado esa figura federal y el problema de diseño en la Constitución es que se dejó en una ley nacional el desarrollo del funcionamiento del Consejo, y nunca se ha tenido la intención de implementar un verdadero federalismo cooperativo en Venezuela”, señaló.
Mariana Campos Villalba, directora de la ONG Innovación Democrática, se centró en las respuestas de los Estados federales a la pandemia de covid-19 y aplicó el derecho comparado entre México y Venezuela para evaluar cómo abordan la crisis ocasionada por la enfermedad.
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