Familiares de los jóvenes que fueron arrastrados por una quebrada en el estado Táchira cumplieron con el reconocimiento de las víctimas este domingo en la morgue del Hospital Central de San Cristóbal.
Freddy Omar Durán, del diario regional La Nación, informñó que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas impidieron el acceso de los periodistas a la morgue. Solo pudieron entrar al lugar familiares de los fallecidos, dos de ellos provenientes de Puerto Ordaz, estado Bolívar.
Los entrevistados señalaron que los servicios fúnebres estuvieron a cargo de la Gobernación del Táchira. También se conoció que a la sala de emergencias del Hospital Central, por el mismo incidente, fue trasladado Cleider Ramírez, de 23 años de edad.
Día del suceso
Todo comenzó cuando 21 feligreses de la región andina recibieron en el club Potrerito a otras 11 personas que viajaron desde Puerto Ordaz para una actividad religiosa denominada Segundo Campamento de la Federación de Jóvenes Metodistas de Venezuela del Ciemve (Concilio de Iglesias Evangélicas Metodistas de Venezuela) que se desarrollaría del 22 al 25 en una posada de la aldea.
El viernes en la tarde, 26 de ellos salieron a explorar los alrededores.
En medio del paseo, el caudal de la quebrada La Molina aumentó considerablemente debido a las fuertes lluvias, y los jóvenes quedaron separados en varios grupos. Algunos intentaron buscar un camino de retorno alterno, para no cruzar por las aguas turbulentas, pero esto hizo que se alejaran por la montaña.
Miembros de Protección Civil Táchira recibieron la alarma sobre la desaparición del grupo de personas, por lo que iniciaron inmediatamente la búsqueda. Ayudados por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana, fueron encontrando poco a poco a la mayoría de los jóvenes, quienes presentaron síntomas de hiportermia.
Al amanecer del ábado, las autoridades confirmaron que 10 de las personas que no pudieron cruzar la quebrada de regreso se mantenían desaparecidas, mientras que el resto se encontraba recibiendo atención médica.
El gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, en compañía de la alcaldesa de Lobatera, Natalia Chacón, y de un equipo multidisciplinario, confirmó horas después el hallazgo de algunos cuerpos sin vida y que seguían en la búsqueda del resto de los desaparecidos.
Más de 60 funcionarios se sumaron a la búsqueda el domingo, así como voluntarios y familiares. Se contó con 7 vehículos, 6 motos y 2 drones.
Las víctimas
El domingo en la noche habían recuperado 8 cadáveres de las 10 personas que fueron arrastradas por la quebrada La Molina.
Las víctimas son los esposos Elian David Navas, de 25 años de edad, y Leonela Carrillo de Navas, de 21 años; Leydi Suárez de 19 años, y Eliany Pineda, de 15 años. Los hermanos Karina Franchesca Grizales Nieto, de 12 años, y Frayer Grizales Nieto, de 17 años; y Valentina Ruiz, de 15 años, y Víctor Ramírez, de 27 años, ambos de Puerto Ordaz.
Siguen desaparecidos los tachirenses Anny Monsalve, de 21 años, y John Jáuregui, de 23 años, de acuerdo con el diario La Nación.
Yesnardo Canal, director de Protección Civil Táchira, informó que mantienen un patrón de búsqueda de 12 kilómetros aguas abajo del punto.
Felipe Cruz, tío de Leidy Suárez, una estudiante de enfermería de 19 años fallecida, aseguró que ella y sus compañeros en la congregación estaban contentos de servir a Dios.
«Los muchachos que estaban ahí servían a Dios, eran niños preparados, algunos profesionales y otros estaban estudiando en la universidad», relató a la AFP frente a la morgue de San Cristóbal.
Afligido, Martín Carrillo aseguró que su hija, psicóloga que prestaba servicio en un hospital público, y su yerno, murieron arrastrados por la corriente.
«Ellos estaban en un retiro espiritual, decidieron ir a bañarse al río y vino la crecida y se los llevó», dijo mientras esperaba acompañado de otros familiares la entrega de los cuerpos.
En lo que va de 2022 en Venezuela se han registrado lluvias por encima de promedios históricos que han ocasionado inundaciones en varios estados. Autoridades lo atribuyen a la incidencia del fenómeno climático La Niña.