Familiares exigen fe de vida de los presos políticos militares recluidos en la Dirección de Contrainteligencia Militar. Denunciaron que desde hace casi 15 días no tienen información del estado de salud de los uniformados detenidos.
La última vez que conversaron con ellos, mencionaron, fue el 15 de marzo, a inicios de la cuarentena impuesta por Nicolás Maduro para prevenir el contagio de coronavirus en el país.
Desde esa fecha, indicaron, no han podido comunicarse con los presos políticos militares que permanecen en el sótano dos de la Dgcim, donde se encuentra ubicada la llamada Casa de los Sueños. Estas, recordaron, son celdas de torturas de 2×2, donde se encuentran hacinados hasta cuatros detenidos, sin ventilación, sin recibir luz solar.
Mientras tanto, denunciaron, los reclusos que se encuentran en las celdas de sótano uno -donde están supuestamente los casos de corrupción- realizan hasta dos llamadas por semana a sus familiares.
«¿Por qué el privilegio para un sótano, que sabemos muy bien que es de casos de corrupción? El derecho a las llamadas familiares debería ser absolutamente para todos», reclamaron.
Preocupación
Los familiares de los presos políticos militares manifestaron su preocupación ante la desinformación que reina en las celdas de la Dgcim. Sobre todo, resaltaron, ante los casos de coronavirus. El país, de acuerdo con cifras del régimen, registra 119 casos de covid-19 confirmados y dos muertes.
Afirmaron que sus familiares recluidos en estas celdas de torturas no reciben, en muchas oportunidades, alimentos, medicamentos, ni agua potable.
«¿Qué sucede que no quieren que nos enteremos? ¿Por qué no permiten las llamadas familiares? Es inhumano e irresponsable de parte de ellos tenerlos secuestrados sin ningún tipo de contacto», enfatizaron.