Familiares de una de las al menos 16 víctimas mortales del derrumbe en una mina ilegal del estado Bolívar dijeron este jueves a Efe que el siniestro se produjo luego de que indígenas de la zona que controlan este yacimiento echaron agua a una pared de tierra, lo que provocó el deslizamiento.
Según Nelson Lara, de 44 años de edad, «lo que pasó fue culpa de los paisanos indígenas», quienes -aseguró- echaron agua «al barranco, ocasionando el derrumbe», por el que «quedaron varios compañeros» sepultados, entre ellos su sobrino, de 31 años de edad, uno de los «22 fallecidos» que computó mientras ayudaba a sacar los cuerpos, 6 más que la cifra oficial facilitada por las autoridades.
En un cementerio de La Paragua, el hombre, quien se dedica a esta actividad desde hace 14 años, aseguró que indígenas que controlan la zona donde se ubica la mina, llamada Bulla Loca, permitieron el acceso a este yacimiento ilegal por un lapso de 48 horas.
Diógenes Antonio Lara, pescador de 54 años y padre del fallecido, dijo también a Efe que personas «mojaron adrede» un barranco, por lo que este «se cargó de agua», lo que «trajo como consecuencia» que la tierra se desplomara y ocurriera «esta tragedia».
«Ha sido una mina que ha tenido mucho desorden y control por los indios (indígenas)», expresó el hombre, quien señaló que el territorio nacional «es de todos los venezolanos», por lo que deberían «circular en el país libres».
Sin embargo, sostuvo, el «control lo tienen» los indígenas, y «no debería ser así».
Maduro desestimó el reporte del alcalde de la zona
El gobernador de Bolívar (fronterizo con Brasil), Ángel Marcano, dijo este jueves a periodistas que al menos 16 personas murieron y otras 16 resultaron heridas.
Aseguró que continúan las labores de rescate en la mina, donde, en el momento del siniestro, había un «grupo considerable de compatriotas» que «van a trabajar» por «iniciativa» propia para «buscar el sustento de su familia».
Si bien dijo que el accidente ocurrió el lunes a las 14:00 hora local (18:00 GMT), los primeros reportes extraoficiales surgieron el martes en la noche, pero las autoridades no se pronunciaron hasta el miércoles, cuando confirmaron la noticia.
Nicolás Maduro confirmó también que se trata de una mina ilegal a la que el Ejecutivo ha mandado «todo el equipo de Protección Civil (PC)», y aseguró que a pesar de que la zona «es muy adentro» y con problemas de conexión, los equipos de rescate «están en el sitio» desde el miércoles.
El oficialista desestimó el reporte del alcalde de la zona, Yorgi Arciniega, que habló de 30 fallecidos y unos 100 desaparecidos.
En ninguno de los reportes del gobierno se menciona algún número de desaparecidos o soterrados.
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