Un ejecutivo petrolero estadounidense que se encuentra en prisión en Venezuela ha estado fuera de contacto con sus familiares o abogados durante casi una semana, y su familia dijo el jueves que teme que se haya contagiado de coronavirus.
A José Pereira, expresidente de la petrolera Citgo, con sede en Houston, lo trasladaron el 28 de agosto a un hospital, cuyo nombre no se dio a conocer, luego de quejarse en una llamada de tener tos seca, comentó su hijo a The Associated Press.
Desde entonces, sus abogados y familiares no han podido obtener información de su paradero, señaló John Pereira. Sus compañeros de celda, que trabajaban bajo el mando de Pereira en Citgo, dijeron a sus seres queridos que el miércoles los guardias se llevaron la ropa y los medicamentos de Pereira de Ramo Verde, en Caracas.
«Estamos desesperados», dijo Pereira, que pidió al régimen de Nicolás Maduro proporcionar información sobre la salud de su padre. «Necesitamos saber lo que le está pasando».
El fiscal general del régimen, Tarek William Saab, no comentó al respecto cuando lo contactó la AP el jueves.
A Pereira, de 62 años de edad, lo detuvieron en 2017 junto con cinco de sus colegas, todos ciudadanos estadounidenses, después de que los citaron en Caracas para una reunión de emergencia en la sede de la compañía matriz de Citgo, Petróleos de Venezuela. En lugar de eso, elementos de seguridad enmascarados los sacaron de una sala de juntas.
Actualmente están siendo juzgados por cargos de corrupción que derivaron de un plan, el cual nunca se ejecutó, para refinanciar unos 4.000 millones de dólares en bonos de Citgo.