“En estos momentos se abre un nuevo ciclo político a partir de los últimos eventos que se han dado en Venezuela”. Así lo señaló el padre Francisco José Virtuoso, rector de la Universidad Católica Andrés Bello, en el foro Prospectivas 2022-I semestre, organizado por el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de esa casa de estudios.
En el foro, realizado este jueves por videoconferencia, Virtuoso indicó que ese nuevo ciclo alcanza a todos los sectores: oposición, gobierno, sociedad civil organizada y la comunidad internacional que mira hacia Venezuela.
“Para la oposición es un nuevo ciclo porque debe revisarse en lo que se refiere a su forma de administrarse a nivel central y también sobre lo que significan las gestiones a nivel regional y local. Es una oportunidad para reconfigurar su discurso, estrategia y toma de decisiones”, expuso.
Organización
Manifestó que desde el ángulo del gobierno, a partir de los resultados de las elecciones regionales del 21 de noviembre se configura una nueva forma de relacionarse con la oposición, con los factores internacionales y el enfoque de sus acciones en el campo económico.
El rector señaló por otra parte que en la ciudadanía organizada está la principal fuerza motora para el cambio, y las experiencias vividas este año suponen una nueva organización. Y, fundamentalmente, implica una nueva relación con agentes políticos externos.
Recalcó que este es un momento crucial para todos los actores que participan del nuevo momento político.
Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno UCAB, coincidió con la apreciación del rector: el país está entrando en un nuevo ciclo político.
“Y esa entrada viene cargada de muchas incertidumbres que no tienen respuestas en este momento. Ahora es más complicado hacer predicciones y proyectar escenarios porque hay tendencias que aún no se han encaminado”, dijo como preámbulo a la presentación de los ponentes.
Cambio de actores en 2022
Alarcón hizo un balance sobre las prospectivas presentadas en julio acerca del proceso electoral de noviembre.
“En las elecciones de noviembre el régimen fue más tolerante con la oposición, bajó barreras para participar: 78.000 personas se postularon para 3.082 cargos, mientras que el gobierno mantuvo sus 3.082 candidatos, lo que le permitió ganar”.
Señaló que no hubo mejoras sustanciales en la integridad del proceso electoral pese al cambio de rectores en el CNE. Ni esto ni la presencia de observadores internacionales logró mejorar el nivel de participación, y aumentó la abstención.
“La estrategia de dividir para gobernar que se ejerció a través del clientelismo político electoral permitió al gobierno ganar por abstención y dispersión del voto de la oposición. Logró cooptar parte de la oposición porque le interesa generar muchas oposiciones y no una sola; cuando el gobierno es minoría busca impedir que los que puedan ganar compitan, pero también se puede dispersar el voto. También lo vemos en Barinas para enero: hay inscritos siete candidatos, una práctica común que el gobierno ha adoptado con buenos resultados”.
Recordó que el escenario posible que tenía mayores posibilidades en las elecciones de noviembre era el de “divide et impera”, que implicaba que posiblemente habría observación electoral de la Unión Europea, con una oposición que participaría dividida y perdería, y el régimen trataría de legitimar la elección con la misión de observación.
“Pero ésta produjo un informe preliminar negativo que, en alguna medida, reduce el daño para la oposición. Sin embargo, también produjo la debacle esperada, proceso que podría terminar sincerándose a comienzos de 2022, cuando se acentuará la lucha por el liderazgo, el posicionamiento de un nuevo referente y podrían darse las condiciones para el surgimiento de un outsider. En ese caso, el gobierno se atrinchera, y se dificulta el retiro de las sanciones porque no hubo avances de mayor apertura», dijo.
Negociaciones
Con respecto al regreso a la mesa de negociación iniciada en México, señaló que el gobierno no tiene prisa por volver y si lo hace lo hará con su propia agenda y presionando por la participación de varias oposiciones.
En este punto se prevé un reordenamiento de las oposiciones en 2022, con un ala radical conformada por partidos como Voluntad Popular, Copei, Proyecto Venezuela, La Causa R y Ciudadanos, y un ala moderada integrada por la Alianza Democrática, UNT, la AD de Bernabé Gutiérrez y probablemente Primero Justicia.
“El referendo revocatorio puede terminar convirtiéndose en la línea divisoria entre la oposición porque traza un rayado en la cancha que va a ser difícil de no ver debido a que el nivel de aprobación para que se haga fue de 80% en julio de este año. La realidad es que el referendo va a tener muchísimo apoyo. Habrá una oposición que lo promueva y probablemente habrá otra oposición que va a preferir esperar a 2024, que no se opondrá de viva voz, pero mantendrá silencio o una posición tímida, mientras la otra buscará confrontar”, detalló.
En 2021, el escenario que se ha mantenido es el del statu quo de autocratización. Según Alarcón, no se vislumbra un cambio para el primer semestre de 2022, aunque es probable que haya intentos por movilizar a la población que se opone a la continuidad del régimen, bien sea a partir de la elección en Barinas o por la aprobación de un referendo revocatorio, pero que por la misma desarticulación de la oposición tendrían pocas posibilidades de éxito.
«Si no hay movilización que genere presión interna, el balance de poder entre el gobierno y la oposición sigue siendo asimétrico, lo cual no permite augurar escenarios de cooperación derivados de un proceso de negociación, lo que tiende a dar mayor estabilidad a un statu quo favorable al régimen. Solo en el caso de que el balance de poder entre gobierno y oposición gane simetría y haciendo la cooperación más deseable para el régimen, lo que implica que el gobierno pierda poder o la oposición lo gane, es posible pensar en una solución política negociada. Mientras esto no suceda, seguiremos en un escenario de autocratización en el que el régimen continuará imponiendo su agenda”.
El revocatorio podría marcar el 2022
Al analizar los resultados de las elecciones regionales, Roberto Abdul, director de Súmate, dijo que se reflejó que la integridad del sistema electoral es vulnerada sistemáticamente por el gobierno, la Contraloría General de la República, el Tribunal Supremo de Justicia y la Fuerza Armada, entre otros actores. Y eso quedó más que demostrado con lo que ocurrió con las elecciones en Barinas, que constituye una muestra representativa de los problemas expresados tanto en el informe de la misión europea como del Centro Carter.
“Es evidente que el gobierno a través del CNE, más allá de los avances, ha diseñado un sistema que le permite controlar el proceso condicionando los resultados. Esto va más allá de lo institucional, con un desbalance impresionante en materia de manejo de recursos humanos y financieros que benefician al gobierno y otros elementos de peso con la campaña y el manejo de los medios de comunicación tradicionales (censura, sanción, persecución)».
El 10 de enero se cumple la mitad de mandato de Maduro y se puede pedir la activación del referendo revocatorio, lo que, de ser así, marcará el 2022 desde el punto de vista electoral.
Nélida Sánchez, también de Súmate, considera que es muy probable que este escenario sea el que prevalezca en 2022. Y allí hay que analizar oportunidades y amenazas. Entre las oportunidades destaca que se trata de una elección Maduro versus Maduro, no se iría en contra de otro candidato.
“Lo que se quiere es que la gente se active en función del cambio y dentro de las oportunidades, una que surge es que, al no existir diferentes opciones y organizaciones a optar para participar, sino todos unidos como grupo opositor, no habrá campaña partidista. Se pueden evidenciar tendencias de grupos opositores, que no quieran participar y que generarán rechazo. Esto pondría al gobierno en una tensión contra esa voluntad de querer dar una apertura”, enfatizó.
Con información de nota de prensa