Tras la exhumación del cadáver del rapero Tirone José González Orama, artísticamente conocido como Canserbero, el Ministerio Público confirmó que el cuerpo presentaba al menos cuatro heridas producto de un objeto punzo-cortante, así como otras lesiones físicas que no fueron reseñadas en la autopsia realizada por las autoridades en 2015.
En una rueda de prensa, el fiscal general de la República, Tarek William Saab, señaló que ha medida que ha avanza la nueva investigación sobre la muerte de Canserbero han descubierto que hubo alteración del lugar de los hechos.
La exhumación del cadáver del rapero se realizó el jueves cerca de las 12:30 pm con presencia de funcionarios del Ministerio Público, del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), el Tribunal de Control 8°, la División de Investigación Penal de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), y de la Fiscalía 85° Nacional.
Saab detalló que se ubicó solo la osamenta con ausencia de tejidos blandos y se verifico fractura craneal, fractura del maxilar inferior, fractura cervical y torácica, fractura de arcos costales derechos y fractura de codo derecho. Todas lesiones de tipo contundente y compatibles con caída de altura.
Sin embargo, los expertos lograron establecer que Canserbero presentaba diversas lesiones en su integridad de carácter contusas, las cuales algunas de ellas no fueron reseñadas en el protocolo de autopsia realizado el 20 de enero de 2015. Se trata de una fractura en su maxilar derecho y fractura en ambas extremidades superiores.
El fiscal aclaró que por ahora no puede señalarse si hubo o no fuerza mecánica, pero las investigación continuarán hasta aclarar lo sucedido.
Alteración del lugar de los hechos
Saab recordó que la muerte del artista y de su amigo Carlos Molnar giraron en torno a las primeras declaraciones de Natalia Améstica, quien era pareja de este último y única testigo de los hechos.
“En la mañana siguiente, el cuerpo de Carlos Molnar fue encontrado en el suelo de la cocina de su residencia con 17 puñaladas, mientras que Tirone González fue encontrado en la entrada de la residencia con cuatro heridas producto de un objeto punzo-cortante”, detalló Saab.
A ocho años de las muertes, las autoridades han confirmado que hubo alteración en el lugar del suceso.
“Se obtuvo como conclusión que donde finalmente se ubicó el cuerpo de Tirone en la primera investigación no corresponde al sitio donde realmente debió haber caído, por lo que se presume que fue movilizado de donde inicialmente cayó. Es decir, hubo una alteración del sitio del suceso, por lo que actualmente nos encontramos en la investigación del motivo de dicha alteración”, destacó.
Uno nuevo ensayo de luminol realizado por la policía científica arrojó un falso negativo, por lo que el MP presume que el sitio del suceso fue abordado para una limpieza. Esto impidió que la sangre se fijara en el apartamento, ubicado en el urbanismo de Andrés Bello.
Saab indicó que los expertos de la Fiscalía presumen que pudieron haber utilizado hipoclorito de sodio (cloro) o lejía, que son compuestos químicos utilizados para desaparecer los rastros hemáticos en las escenas del crimen.
Ante estos nuevos datos sobre el caso, el fiscal firmó que Natalia y Guillermo Améstica ocultan información crítica relacionada con el fallecimiento de Canserbero y Molnar, ya que los datos que aportaron no corresponden a la realidad de los hechos ocurridos en 2015.
Dijo que las primeras declaraciones de Natalia Améstica estuvieron plagadas de «inconsistencias extremas y de mentiras tremendas”, debido a la falta de pruebas médicas que demostraran que Canserbero sufriera de esquizofrenia.
“No había soportes médicos de que Canserbero sufriese de esquizofrenia; ni una receta para su tratamiento. También en falso que llamó al 911, lo hizo otra persona”, afirmó el fiscal.
“Los familiares aportaron que tuvieron conocimiento de que, para la fecha de los hechos, Guillermo Améstica se trasladó a la residencia de Carlos Molnar, situación ésta que se está verificando”, agregó Saab.