Algunos factores podrían actuar como puente para la llegada a Venezuela del coronavirus nCoV, entre ellos la numerosa y creciente colonia asiática en el país, así como el intercambio comercial con China. Pero, ¿hasta qué punto hay que encender las alarmas?
Si llegara el nCoV, las dificultades que confrontaría el país, sin duda, se reflejarían en «la vulnerabilidad de una población inmunosuprimida a causa de desnutrición aguda y crónica, y la incapacidad de poder manejar la situación adecuadamente debido al colapso infraestructural de su red sanitaria y hospitalaria», advierte Alberto Paniz Mondolfi, especialista venezolano en Microbiología y Virología.
Mondolfi, que además es profesor del Icahn School of Medicine del Mount Sinai Hospital, en Nueva York, destacó que Venezuela no cuenta con las plataformas adecuadas para el diagnóstico molecular especializado de este virus.
«A pesar de esto, el grado de alarma disminuye significativamente al poner distintos escenarios en contexto», indicó, aun cuando la Organización Mundial de la Salud declaró emergencia internacional el jueves.
Actualmente no existen conexiones de vuelos directos entre China y Venezuela. Paniz Mondolfi precisó que si se examina mediante softwares dedicados al análisis comparativo de rutas aéreas se observa que los vuelos entre Wuhan y Caracas incluyen escalas vía San Francisco-Panamá o Nueva York-Santo Domingo, «lo cual pondría a estas ciudades en mayor riesgo de vulnerabilidad que Venezuela».
Caso similar aplica a los vuelos de Pekín a Caracas con escala en París. Estas son las únicas rutas aéreas establecidas entre China y Venezuela.
Los aeropuertos toman medidas estrictas
El especialista recordó que la ciudad de Nueva York, una de las principales escalas aeroportuarias mundiales y uno de los puntos de escala aérea entre Wuhan y Caracas, «aún no ha reportado casos de coronavirus».
Indicó que desde el comienzo de la epidemia el Departamento de Salud de Nueva York no ha reportado el primer caso de nCoV. «Aun cuando la demografía de la población asiática en Estados Unidos exhibe una distribución heterogénea, son precisamente las áreas metropolitanas de Nueva York, Los Ángeles y San Francisco las que concentran mayor densidad poblacional asiática», informó.
Pese a esta situación, California sí ha reportado dos casos de coronavirus provenientes de China. Pero «este número no es significativo para causar alarma», señaló.
Paniz Mondolfi explicó que casi 1 billón de personas viaja por ruta aérea cada año, «sin duda un número significativo que permite predecir la posibilidad latente de influenciar la propagación de enfermedades infecciosas«.
Estudios demuestran que infectarse es variable
Sin embargo, «estudios basados en modelos matemáticos predictivos y en la teoría de network reflejan el modesto impacto que tienen las medidas de restricción de viajes en la diseminación de enfermedades infecciosas», agregó el especialista.
En el caso del coronavirus causante del SARS, un estudio de Luna en Alemania reportó 155 viajeros con síntomas sugestivos a esa enfermedad «en un total de 146 vuelos y en un período de 69 días, con un número potencial de personas expuestas de aproximadamente 20.000, detalla la investigación. Sin embargo, el científico aseguró que esa epidemia «demostró un curso relativamente indolente en esa nación».
Un estudio de Ozonoff comprobó que entre pasajeros en 40 vuelos viajaban pacientes infectados con SARS. «A excepción de un vuelo entre Hong Kong y Pekín, en el que se calcula que 22 de 120 pasajeros fueron infectados; la transmisión del virus ocurrió en tan solo 5 de 40 vuelos, en los que los viajeros expuestos se ubicaron a corta distancia del caso índice infectado», detalla el informe.
Esos datos indican que aunque el riesgo de infección durante vuelos es una realidad, «a través de la aerosolización de secreciones respiratorias en un ambiente cerrado, el riesgo es notablemente variable y heterogéneo entre los distintos agentes infecciosos».
En la actualidad las aeronaves comerciales están equipadas con filtros de aire de alta eficiencia (HEPA) y sistemas de ventilación de flujo vertical que limitan la exposición a pequeñas partículas aerosolizadas, lo cual minimiza los riesgos de transmisión.
La revista New England Journal of Medicine publicó el jueves un análisis clínico-epidemiológico en el que analiza los primeros 425 casos confirmados durante el brote en Wuhan. Entre los datos más resaltantes señala un período de incubación de 5,2 días.
Venezuela hasta la fecha sin casos de coronavirus
Paniz Mondolfi explicó: «Asumiendo que una persona se infecte el mismo día de su viaje y entre uno a dos días de escala y conexión, una persona infectada podría llegar a Venezuela aún durante el período de incubación sin demostrar síntomas. Sin embargo, hasta la fecha no se ha detectado un solo caso sospechoso en el país».
Basado en lo anterior, y considerando que alrededor de 5 millones de personas ya habían viajado fuera de Wuhan con motivo del Año Nuevo Chino antes de decretarse la cuarentena, el especialista cree que «los riesgos de propagación de este nCoV a través de rutas áreas parece ser limitado».
«Sin embargo, no deja de constituir un riesgo que debe demandar a las autoridades sanitarias de los países a implementar medidas efectivas para prevenir poblaciones en riesgo», manifestó.
El también director académico del IDB/IVC resaltó que la naturaleza de una epidemia suele desviar la atención de otros problemas esenciales. Y si bien patógenos emergentes como el coronavirus pueden resultar muy agresivos, no suelen cobrar más vidas que infecciones. Entre ellas las respiratorias agudas (causadas por un sinnúmero de otros agentes respiratorios), así como los casos de gastroenteritis y cuadros diarreicos.