El equipo del presidente interino de la República, Juan Guaidó, respaldado por Estados Unidos, prometió restaurar el suministro estable de combustible en dos semanas si toma el poder. El equipo explicó que el plan comenzaría con intercambios de crudo por productos.
En una etapa inicial, los intercambios se realizarían con Citgo, el brazo de refinación estadounidense de la compañía petrolera nacional venezolana PDV, sancionada por Estados Unidos. La gasolina y el diesel también podrían provenir de Colombia u otros proveedores con almacenamiento en las cercanas islas de Curazao y Aruba, donde PDV solía arrendar activos.
El Plan País del equipo de Guaidó establece que esperan producir 100.000 b/d de combustible. Estos se restablecerían a través de un contingente mensual de 13 petroleros con 340.000 bl cada uno.
Un desafío para el plan es el volumen de crudo que Venezuela podría ofrecer a corto plazo. A un precio nominal de 30 dólares/ bl por el crudo. Un intercambio por los productos requeriría alrededor de 420.000 b/d de producción, que está cerca del promedio actual del país de la OPEP.
La distribución
En un plazo de logística de proveedor a bomba descrito en el plan, las importaciones demorarían entre 6 y 7 días desde la costa del Golfo de EE UU. Y 2 a 3 días desde Curazao o Aruba. La distribución interna necesitaría otros 5-7 días.
El suministro iría sobre Venezuela hasta que se reparen las principales refinerías: Amuay, de 635.000 b/d, y Cardón, de 305.000 b/d. Los precios de las bombas aumentarían gradualmente, con subsidios específicos para los más vulnerables.
El Plan Pais se implementaría después de que salga del poder Nicolás Maduro, quien se ha resistido a las sanciones de Estados Unidos y a los esfuerzos de la oposición para obligarlo a salir.