VENEZUELA

En Venezuela se ocultan casi 1.500 integrantes de redes criminales colombianas

por Avatar GDA | El Tiempo | Colombia

El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, el general Luis Fernando Navarro, en entrevista con EL TIEMPO, reiteró que Venezuela es la retaguardia estratégica de los Grupos Armados Organizados (GAO), donde se esconden 18 jefes del ELN y 20 de las disidencias.

De igual forma, señaló que la orden del presidente Iván Duque es combatir a los jefes de la llamada ‘segunda Marquetalia’, ‘Iván Márquez’, ‘Jesús Santrich’, entre otros. Confirmó que este año han sido asesinados 63 integrantes de las Fuerzas Militares.

—Las masacres han sido preocupación constante este año ¿Qué está pasando?

Las masacres que han ocurrido en regiones como el Pacífico nariñense, Antioquia y Cauca tienen como denominador común el flagelo del narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión y el despojo de tierras, principales fuentes de financiación de los grupos armados organizados y de delincuencia organizada, de acuerdo con las investigaciones que se adelantan por parte de las autoridades correspondientes.

Es importante dejar claro que el gran enemigo de la seguridad en nuestro país y que está presente en los diferentes territorios son las economías ilícitas.

—¿Qué están haciendo para evitar este tipo de hechos?

La Fuerza Pública mantiene y fortalece la presencia en los diferentes centros poblados y rurales del país, con el fin de brindar seguridad a las comunidades. Así mismo, se han desplegado las capacidades de inteligencia para anticipar posibles acciones criminales. Se activó, juntó con la Fiscalía, un plan especial de intervención para combatir el narcotráfico y los grupos armados organizados que delinquen en las diferentes regiones donde hacen presencia los flagelos que afectan la seguridad y donde se vienen presentando este tipo de asesinatos colectivos. El objetivo es neutralizar los enclaves de producción y cerrar los corredores de movilidad de cocaína desarrollando operaciones de control territorial y ofensivas contra estas organizaciones.

—Cauca sigue siendo una zona muy compleja…

El gobierno y el comando del Ejército dispusieron la creación y activación del Comando Específico del Cauca, en enero de este año, con responsabilidad en 42 municipios. Esta unidad cuenta con importantes capacidades para combatir las estructuras ilegales, con las cuales hemos logrado importantes resultados en lo corrido del año, entre ellos la afectación de 188 integrantes de los grupos armados residuales; (disidencias), 84 del ELN, 42 de los grupos de delincuencia organizada y 509 de delincuencia común. Se logró la captura, por ejemplo, del ‘Indio Amansador’, quien fungía como jefe del frente ‘Dagoberto Ramos’. A lo que se suma la desarticulación de la estructura ‘José María Becerra’, del ELN, solo por mencionar algunos resultados.

—¿Cuál es el panorama real de las disidencias?

El accionar de las Fuerzas Militares ha permitido la contención de este grupo armado, cuya capacidad de recuperación es menor de 50% de la afectación que ha sufrido por la acción legítima del Estado. Han tenido un crecimiento muy por debajo de las expectativas y pretensiones que tienen en sus planes estos terroristas, su intención para el año 2019 era lograr una base armada de entre 6.000 y 8.000 hombres, objetivo que no fue alcanzado. Hoy cuentan con 18 estructuras, 4 subestructuras y 14 comisiones, con unos 2.500 hombres en armas.

—¿Y el ELN?

El ELN busca quebrantar la soberanía del Estado colombiano, intentando constreñir la sociedad con el uso de las armas ilegales, asesinatos selectivos, narcotráfico, secuestros, extorsión, minería criminal, contrabando, abigeato y el reclutamiento forzado de menores, de ciudadanos extranjeros y población vulnerable.

Esta organización terrorista está conformada por un Comando Central y una Dirección Nacional cuyos principales cabecillas están refugiados en países extranjeros. Los golpes contra el ELN, como la neutralización de alias Gallero y alias Uriel, son una clara demostración de que la Fuerza Pública tiene una estrategia para combatir estas organizaciones terroristas que atentan contra la seguridad de los colombianos.

Y estas redes criminales sí que le sacan ventaja a la frontera con Venezuela…

Hemos reforzado los controles en la frontera para impedir que estas organizaciones criminales, generadoras de violencia en nuestro país y protegidas por el régimen, sigan destruyendo nuestros recursos y asesinando a los campesinos y líderes sociales.

La falta de presencia y la permisividad de las autoridades venezolanas en las zonas de frontera han facilitado el accionar delictivo de estas estructuras y sus jefes en las áreas donde se refugian, evadiendo la acción efectiva de la Fuerza Pública, planeando y desarrollando actividades ilegales que tienen como finalidad financiar las acciones terroristas que realizan en el territorio nacional.

—¿Cuántos jefes de redes criminales creen que se encuentran en Venezuela, con cuántos hombres?

Actualmente, este territorio se ha convertido en retaguardia estratégica de los grupos armados organizados, se ha podido establecer que allí hacen presencia por lo menos 18 jefes del ELN, y 20 de la ‘segunda Narcotalia’ entre ellos: ‘Iván Márquez’, ‘Jesús Santrich’ y el ‘Paisa’. Actualmente, el ELN tiene el 75 por ciento de sus jefes y 900 hombres en territorio venezolano. Las disidencias, como ustedes las llaman, tiene 73 por ciento de sus jefes y aproximadamente 500 hombres allá.

—¿Qué hacen en Venezuela?

Desde allí planean y dirigen las acciones terroristas y delictivas que son ejecutadas en el territorio nacional por las estructuras armadas que hacen presencia en las diferentes regiones. Adelantan las coordinaciones con grupos de delincuencia organizada transnacional para la entrega de pasta base de coca con el fin de ser distribuida en Centroamérica, Norteamérica y Europa. Realizan los contactos para adquirir armas, municiones y explosivos con los que atentan contra la población civil, infraestructura crítica del Estado y la Fuerza Pública en Colombia. Recientemente se ha podido establecer que efectúan las coordinaciones delictivas necesarias para el ingreso ilegal de los insumos sólidos y líquidos empleados para la producción de alcaloides.

—¿Y la llamada segunda Marquetalia?

Esta estructura terrorista ‘segunda Narcotalia’ viene adelantando acciones de narcotráfico, minería ilegal y extorsión con la complacencia del régimen venezolano, esta organización mantiene un proyecto que busca desestabilizar y afectar al pueblo colombiano. La Fuerza Pública seguirá enfrentando con toda la contundencia y con toda la capacidad operacional cualquier forma de crimen que pretenda atentar contra los derechos de los colombianos. Estos terroristas no van a tener refugio ni guarida, el compromiso de las Fuerzas Militares es enfrentar cualquier tipo de amenaza que se cierna sobre el país. La orden del señor Presidente y del señor ministro es clara: vamos a combatirlos, buscarlos y capturarlos empleando todas nuestras capacidades, no vamos a dejar que estos terroristas generen terror ni zozobra en las diferentes regiones y poblaciones del país.

—¿Cómo se ha atacado esta estructura criminal?

La Fuerza Pública ha desplegado todas sus capacidades contra esta estructura y los reductos delictivos que hacen presencia en el territorio nacional. Las afectaciones se evidencian en acciones como la identificación e individualización de sus integrantes y las redes de apoyo en las regiones, acciones que han facilitado iniciar procesos de judicialización que permitan su captura o neutralización mediante el desarrollo de operaciones conjuntas, coordinadas e interinstitucionales. La captura de alias Grande, jefe de esta estructura criminal en Cauca, el pasado mes de octubre, es una clara demostración de la efectividad de la Fuerza Pública contra estas organizaciones que pretenden hacerse con el control de las rutas del narcotráfico y las economías ilícitas.

—Zonas como Cauca y Nariño han sido protagonistas de las llamadas asonadas, ¿cómo analiza esta situación?

Este es un fenómeno de paradojas: cuando llegamos a atacar las organizaciones criminales del narcotráfico, en ocasiones por acciones de constreñimiento o instrumentalización de los grupos armados organizados, algunos pobladores generan una resistencia mediante acciones violentas para proteger la cadena de valor de este flagelo, impidiendo la acción legítima de las tropas.

Les hacemos un llamado a las comunidades de no interferir en la labor de combatir a los GAO, la cadena de valor del narcotráfico y otros factores criminales presentes en las regiones, esta es la única forma legítima que hay para defenderlos de quienes los están asesinando.

En Cauca y Nariño, algunas comunidades se han enfrentado a la Fuerza Pública buscando evitar la captura de integrantes de los grupos armados organizados por parte de las autoridades competentes, sujetos que en la mayoría de las ocasiones están encargados de proteger los cultivos ilícitos.

El narcotráfico y la minería ilegal son los enemigos de los colombianos, matan, deforestan y afecta el medioambiente. Por eso es fundamental realizar una colaboración armónica de todos los poderes para reanudar la aspersión y evitar obstáculos y asonadas contra los erradicadores de cultivos ilícitos.

—¿Cuántos integrantes de las Fuerzas Militares han perdido la vida este año?

Permítame rendir un homenaje a los 63 héroes de las Fuerzas Militares que fueron asesinados en cumplimiento del deber y los 215 que resultaron heridos durante el año 2020, su sacrificio es un ejemplo de servicio a la patria.

—Prioridades para el 2021…

Seguiremos focalizados en la estrategia, atacando los factores de inestabilidad, fortaleciendo el control territorial efectivo, atacando el accionar de los grupos armados organizados y manteniendo el control e incautación de insumos para la producción de estupefacientes. Vamos a seguir combatiendo el narcotráfico y todos los factores de inestabilidad que se derivan de este flagelo. Mantendremos el apoyo y la presencia permanente en las Zonas Futuro y territorios de atención priorizados por el Gobierno Nacional, con el fin de contribuir al desarrollo y progreso de las regiones más afectadas por los grupos armados organizados, las economías ilícitas y otros flagelos que afectan la seguridad.