En los hospitales del país hay escasez de suero antiofídico, usado contra la mordedura de serpientes, por falta de distribución por parte del Ministerio de Salud. Ante esto, los venezolanos no tienen cómo curarse de ataques de reptiles venenosos como la Mapanare o la Cascabel, que son frecuentes en entidades como Miranda.
En un reportaje de la periodista Natalia Roca para Testigo Directo se informó que el suero antiofídico se fabrica en Biotecfar de la Universidad Central de Venezuela. Sin embargo, no existe una buena distribución del preparado en el país.
En el reportaje, Roca cuenta la historia de un padre que tuvo que recorrer hasta tres hospitales para que su hija, mordida por una serpiente venenosa, recibiera tratamiento.
“Tuve que salir a las 10:00 pm en la moto con la niña”, cuenta el afectado en el reportaje. La pequeña fue mordida en la cabeza mientras dormía por una serpiente cuyo veneno era neurotóxico. Aunque intentaron llevarla a los centros médicos, la menor de edad no sobrevivió.
En el reportaje se denunció que ante la falta del suero, habitantes de Miranda deben recurrir a remedios caseros. Asimismo, se han creado centros excursionistas para enseñar a la población qué debe hacer ante una mordedura de serpiente.