Habitantes del municipio Julio César, en Mérida, denuncian que surtir el vehículo o la moto de combustible se convirtió en una verdadera batalla. Las personas se empujan, gritan e insultan en la estación de Arapuey. Esto, desesperados por lograr abastecer sus tanques de gasolina.
El padre Leonardo León, párroco de Arapuey, exhortó a los dirigentes políticos y a los que por «la fuerza mandan en las estaciones de servicio, si aman al pueblo usen las medidas de seguridad posible para evitar un foco de contaminación en nuestro municipio».
Aseguró que en otras estaciones de servicio existe un control total de bioseguridad, con tranquilidad y organización, pero en Arapuey ocurre lo contrario.
«Un grupo de aliados al gobierno pretenden secuestrar y acabar con lo que medio hay. Esa gente no le importa faltarle el respeto a los beneficiarios, con gritos, insultos y amenazas. Es una situación lamentable; el más vivo, el mas chavista y el más enchufado es el que pasa. Al chavista le llenan el tanque, al opositor solo 30 litros. El que tiene dólares pasa, y los bolívares ya no les gusta; el billete verde es el que manda».
El sacerdote León denunció además que «los actuales administradores de las estaciones de servicio no permiten surtir de combustible las ambulancias».
Pidió a quienes controlan las bombas de gasolina que le den prioridad a los vehículos de los ambulatorios.
«Denle prioridad a estos vehículos oficiales de nuestros ambulatorios, la ambulancia es un carro que salva vidas, pónganse la mano en el corazón. Hay enfermos en nuestro pueblo que necesitan ser llevados a los hospitales para sus respectivos controles», apuntó.
Asimismo, el párroco alertó que en Arapuey hay casos de dengue y paludismo. Denunció que la comunidad no cuenta con gas doméstico y tienen problemas de electricidad.
«Estamos en Arapuey en una verdadera tragedia, dicen que vendrán elecciones, pronto tendremos que elegir un nuevo alcalde, espero que el pueblo de Julio César Salas no se vuelva a equivocar y decidan por alguna persona que ame quiera y sea solidario con el pueblo, basta ya de mentiras, atropellos y amenazas; nosotros los sacerdotes estamos llamados a decir lo que otros no dicen», manifestó.
Con información de nota de prensa.