En enero hubo al menos 99 ataques dirigidos a ONG y defensores de derechos humanos, informó el Centro para los Defensores y la Justicia.
“Observamos la continuidad de aplicación de acciones violentas contra ONG que ejercen acción humanitaria y contra quienes denuncian y exigen al Estado transparencia y no impunidad frente a las graves violaciones a los derechos humanos”, advirtió la organización en su reporte sobre el primer mes de 2021.
Los 99 casos revelan, una vez más, que existe un patrón sistemático de agresión para criminalizar a quienes defienden los derechos humanos.
De los 99 ataques 59 estuvieron dirigidos a ONG y organizaciones humanitarias, lo que equivale a 60% del total. Mientras que 40 fueron individualizados contra personas defensoras de derechos humanos.
Los principales responsables de estas agresiones, continúa la CDJ, fueron funcionarios públicos (40%), medios de comunicación oficialistas (29%), organismos de seguridad (19%), instituciones públicas (7%).
“El Estado debe abstenerse de agredir y obstaculizar acciones de quienes documentan, denuncian, visibilizan y atienden las consecuencias de la emergencia humanitaria compleja. Defender derechos humanos y la acción humanitaria no es delito”, subrayó CDJ.
Desde finales del año pasado el régimen de Nicolás Maduro ha arreciado sus ataques hacia las ONG.
En diciembre Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV, acusó a las ONG de esconder dinero para beneficiar a varios políticos.
“¿Dónde estará la plata que recibió la oposición criminal venezolana? En las cuentas bancarias de las ONG creadas y controladas por la oposición en los países satélites. Alguna de esas ONG son: Alimenta la Solidaridad, Fundación Futuro Presente, Asociación Civil Manos al Aire, Transparencia Venezuela, Provea, Foro Penal, Acción Solidaria, Rescate Venezuela, Caracas Mi Convive, Alimentado Esperanza, Fundación American Venezuela Engagement, Fundación I Love Venezuela, Fundación Ven Da Tu mano, Un Mundo Sin Mordaza, entre otras”, dijo.
Luego de esto inició un ataque sistemático hacia las ONG. Algunos de los casos más sonados son la detención de miembros de Azul Positivo o el allanamiento de Convite.