Gustavo Márquez hizo un llamado a votar en las elecciones presidenciales del 28 de julio. “El sufragio es un factor clave de la democracia porque facilita los cambios políticos”, dijo.
“Es responsabilidad de todos los venezolanos ejercer este derecho y garantizar que en cada centro de votación el proceso sea pacífico, un ejemplo de democracia colectiva”, indicó.
Cree que hay que votar por el cambio: “La abstención no es una opción, sería apoyar el continuismo, lo que beneficia a Maduro”.
Márquez aboga por el entendimiento y la madurez política entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición para evitar un conflicto civil.
Para Gustavo Márquez, ¿es confiable el sistema electoral?
Señaló que la jornada comicial del próximo 28 de julio está impulsada por un gobierno autoritario, casi sin garantías legales, donde se obvia la norma electoral y se persigue a la población por el hecho de apoyar a la oposición.
“Opera un mecanismo extraconstitucional porque el gobierno trata de moldear las cosas para que le favorezca”, indicó.
Destacó, no obstante, que el sistema electoral es confiable y que el voto es secreto. Explicó que cualquier maniobra fraudulenta quedará evidenciada en las actas. “Siempre habrá debilidad, como que se vaya la luz, pero las máquinas pueden operar por 24 horas, ya que están cargadas”, dijo.
Para él, Enrique Márquez representa la opción de diálogo, de una transición en paz y de un gobierno de unidad, pero carece de la preferencia electoral.
Márquez se desempeñó como ministro de Industria y Comercio, ministro de Estado para la Integración y Comercio Exterior en tiempos de Hugo Chávez. Fue asimismo embajador en Austria y representante permanente de Venezuela ante Naciones Unidas. Marcó distancia del chavismo cuando se propuso la enmienda constitucional en 2010 y prosiguió las críticas hacia Nicolás Maduro, junto a la Plataforma en Defensa de la Constitución, por la corrupción en el Banco Central de Venezuela y el impacto negativo que tendría la explotación del Arco Minero en Bolívar. Ahora, promueve la participación electoral como vía política para salir del gobierno y reconstruir las instituciones y el país.
—¿Maduro está en condiciones de llamar a una revolución y que se produzca un “baño de sangre”, una “guerra civil”?
—No sé dónde dijo eso pero, en cualquier circunstancia, no debe haber una guerra civil. Eso sería un terrible desastre. Venezuela ha sufrido en los últimos años, así que sí Maduro es reelecto tiene que promover un acuerdo nacional, un entendimiento, no más confrontación.
—¿La FANB obedecerá la orden de Maduro de reprimir y enfrentar al pueblo si se denuncia un fraude?
—No creo que salga a reprimir. Es un poder armado pero su función no es agredir al pueblo. Si se detecta un fraude, es lógico que la gente salga a manifestar pero debe hacerlo de manera pacífica, bajo la conducción responsable de la dirigencia opositora.
—Si Maduro se radicaliza y ordena a los militares disparar…
—Sería algo muy grave y terrible. Cuando la Fuerza Armada interviene para imponer el orden termina en violación de derechos humanos. En El Caracazo (1992), cuando Carlos Andrés Pérez sacó a la FAN a la calle, hubo 3.000 muertos. Si Maduro ordena sería peor; matarían a más venezolanos. Confío en que la FANB no salga a reprimir. Ya Chávez alertó, parafraseando a Bolívar, que la FANB no debe disparar al pueblo y que, por mandato constitucional, debe respetar la soberanía popular que se exprese mediante el voto.
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