En el Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de la Costa Oriental del Lago, en Cabimas, dos reclusos fallecieron por tuberculosis y los cuerpos, ante la demora de las autoridades, fueron lanzados a la calle.
La ONG Una Ventana a la Libertad informó que los cadáveres de Ángel Eduardo Sanabria Ferrer, de 26 años de edad, y Juan Carlos Godoy Rodríguez, de 32 años, fueron dejados en la calle porque nadie había pasado a buscarlos para trasladarlos.
Los compañeros, detalló la organización, indicaron que los reclusos murieron entre la noche y la madrugada en su pabellón por tuberculosis.
El Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas recogió luego los cuerpos para llevarlos a la morgue forense.
Una Ventana a la Libertad detalló que Sanabria estaba recluido en el penal desde el 18 de febrero de 2017 por robo agravado. Mientras que Ferrer fue ingresado el 19 de enero de 2016, también por robo agravado.
Los presos temen que la cantidad de muertos aumente en los próximos días, pues no tienen alimentos y se estima que 15% de ellos padecen enfermedades que comprometen su vida.
Otro 5% sufre de patologías no controladas como diabetes e hipertensión.
Esta misma semana la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones denunció que en el Centro de Detenciones y Arrestos Preventivos de la Costa Oriental del Lago hay al menos 117 detenidos con tuberculosis.
Del total de enfermos, 72 “están en muy graves condiciones”. Pocos de ellos pueden caminar y permanecen “en camas improvisadas o en el piso”, añadió el observatorio.
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