Emilio Figueredo, presidente editor de Analítica, manifestó este jueves que los venezolanos prácticamente están viviendo en un estado de anomia.
Durante el XIX simposio Negociación y diálogo: claves para la convivencia, desarrollado en Caracas, aseguró que los ciudadanos no respetan las normas porque no pueden convivir en un entorno que no puede mejorar, situación que los ha convertido cada vez más anárquicos.
“Transiten por cualquier parte de Caracas y verán que cada quien hace lo que le da la gana: los motorizados, los carros… simplemente no tenemos instituciones”, dijo.
Señaló que no solo se trata de las instituciones políticas, sino las sociales, económicas, morales, éticas y familiares porque –prosiguió– el régimen de Nicolás Maduro las ha derribado intencionalmente.
“Ni siquiera ellos saben lo que quieren hacer más allá de de la salvación personal de sus propios bienes, adquiridos de una manera muy poco reconocible”, manifestó Emilio Figueredo.
Figueredo sostuvo que los venezolanos no pueden esperar a que terminen los procesos de negociación en el país para iniciar lo que consideró como el largo camino hacia la convivencia.
“Nos está destruyendo la pasividad”
Él también abogado enfatizó que la pasividad, la resignación y el fatalismo que actualmente existe en el país, son factores que están destruyendo a la sociedad venezolana.
“Tenemos que trabajar la autoestima que el chavismo destruyó en estos 20 años. La convivencia no es olvidar, la gente tiene que recordar las cosas malas que se hicieron en algún momento de nuestra historia”, agregó.
También indicó que los ciudadanos deben reconstruir los vínculos rotos por las divergencias ideológicas.
Lo más importante, aseguró el abogado, es que los venezolanos dejen que sea la justicia nacional e internacional la que resuelva los casos de violaciones de derechos humanos en el país.
“No podemos convertirnos en perseguidores y en juristas o tomar venganza por aquellas situaciones que han ocurrido. Si queremos avanzar, tenemos que hacer un esfuerzo fundamentado y mancomunal para la reconstrucción del país”, sugirió.
Resaltó que en Venezuela hay que reconstruir prácticamente todo, desde el aparato productivo, que está destruido, hasta las empresas básicas, que no existen.
“Hemos dejado de ser un país petrolero”, agregó.
Asimismo, expuso que para lograr la reconstrucción del país los ciudadanos deben cambiar la actitud. “Y para eso es fundamental superar la viveza criolla, que lleva al abuso y abandonar la responsabilidad y el compromiso”, dijo.
La revolución importante
El presidente editor de Analítica destacó que la revolución más importante que debe ocurrir es una educación de calidad, para que los ciudadanos no sean víctimas del populismo de turno.
“Más que el cambio de gobierno que nosotros anhelamos y deseamos, tenemos que hacer el cambio en nosotros mismos; canalizar por qué llegamos a esto, hasta dónde llegamos, qué hicimos mal y qué tenemos que hacer bien”, finalizó.