Elliott Abrams, exenviado especial del presidente Donald Trump para Venezuela e Irán, afirmó que la inhabilitación de María Corina Machado debió ser un punto de inflexión en la política del gobierno de Estados Unidos hacia el gobierno de Nicolás Maduro.
Para el diplomático, la medida contra la dirigente aclara que el chavismo ni siquiera está considerando permitir una elección presidencial libre en 2024 o siquiera una elección parcialmente libre. En cambio, alertó, Maduro está siguiendo el ejemplo de Daniel Ortega en Nicaragua, al impedir que todos los opositores con credibilidad se postulen.
Advirtió que un próximo paso después de evitar que Machado se postule sería la prohibición total de la primaria de la oposición. Y advirtió que las «tan cacareadas negociaciones» entre el régimen y las fuerzas democráticas venezolanas son imposibles de tomar en serio después de la estrategia aplicada por Maduro.
Abrams, aunque reconoció que no sabe cómo reaccionará el gobierno estadounidense ante la «expulsión» de la coordinadora nacional de Vente Venezuela, expresó que se debe reunir a todos los demócratas del mundo, desde los gobiernos de la Unión Europea hasta los de Latinoamérica, contra el empeoramiento de la opresión en el país y apoyar a la oposición democrática.
También propuso que se endurezcan las sanciones estadounidenses contra el régimen.
Biden heredó una política «dura y bipartidista»
Señaló, en un artículo publicado en el Council Foreign Relations, que cuando Biden asumió la presidencia estadounidense heredó una política de Venezuela «muy dura y totalmente bipartidista», que incluía sanciones integrales y un amplio esfuerzo diplomático para aislar a Maduro y generar apoyo para las fuerzas de la oposición democrática venezolana.
En los últimos años, observó el diplomático, las autoridades norteamericana han cambiado esa estrategia.
«Las sanciones se debilitaron, lo que permitió primero a Chevron y luego a las compañías petroleras europeas extraer petróleo en Venezuela. El aumento de las ventas de petróleo de Venezuela sugiere que los compradores, transportistas, aseguradoras y otros en la industria petrolera ahora ven un esfuerzo mucho menor de Estados Unidos», manifestó.
Criticó la reducción del apoyo de Washington a la oposición venezolana y afirmó que cualquier líder puede decir que se siente casi abandonado.
«Cuando la administración Trump dejó el cargo, había una estructura que prestaba una atención considerable a Venezuela. En el Departamento de Estado había un representante especial (mi cargo en 2019 y 2020) con personal, un subsecretario de Estado adjunto en la oficina del Hemisferio Occidental para Venezuela y Cuba, y un embajador ubicado en Bogotá y líder de la Unidad de Asuntos de Venezuela en la embajada», señaló.
Toda esa infraestructura, condenó, ya no existe. Por lo que cree que la cantidad de atención que se dedica a Venezuela en la embajada estadounidense y en el Departamento de Estado es muy reducida.
«Debe quedar claro que mientras Maduro gobierne, la naturaleza criminal y cleptocrática del régimen significa que la recuperación económica y el fin de la migración son imposibles», advirtió el político.