Las dudas sobre el sistema electoral se avivan cada vez que hay una elección en Venezuela. Así comienzan a rodar rumores y mitos y a recordar viejas denuncias. Que si sabrán por quién votaste. Que si la máquina escogió la opción que tú no escogiste. Que los de un partido metieron votos antes de cerrar el centro sin que estuvieran esas personas presentes. Que cambiaron los resultados en medio de un apagón. Finalmente, solo son mitos.
Lo cierto es que tales rumores solo consiguen desmotivar el voto y afianzar en los renuentes a ir a las urnas ese sentimiento de desconfianza.
El Consejo Nacional Electoral no goza de confianza entre los venezolanos. De acuerdo con la firma OCR, 49% respondió «nada de confianza» en un sondeo. Pero de allí a que pueda manipular los resultados de una elección en la que hay participación de diversas organización políticas, el camino es largo.
El exrector del CNE, Roberto Picón despejó dudas sobre la seguridad del sistema electoral venezolano y definió algunos mitos en una conversación con periodistas. Fue designado el 4 de mayo de 2021 rector electoral principal y estuvo activo en las elecciones regionales de ese año. Renunció el 19 de junio de 2023.
Antes de ese cargo, Picón fue asesor electoral de la Mesa de la Unidad hasta 2010 y director de la ONG Ojo Electoral. Coordinó la unidad de análisis y seguimiento del Comando Venezuela, de Henrique Capriles, en 2012.
Fue detenido el 22 de junio de 2017 de manera arbitraria por 18 agentes del Sebin. Cuatro días después fue presentado ante un tribunal militar, siendo civil. Se le imputaron los delitos de traición a la patria, rebelión y sustracción de efectos pertenecientes a las Fuerzas Armadas. El 24 de diciembre de ese año fue liberado.
El trabajo de la captahuella y la suplantación de identidad
Uno de los mitos más arraigados es que, después de cerrada la votación, los testigos y miembros de mesa pueden agregar sufragios por una opción en particular y llenar en el cuaderno electoral los espacios vacíos. Picón asegura que es imposible que ocurra: La captahuella no lo permitiría.
El elemento biométrico es necesario para activar la máquina de votación. Sin una huella, la pantalla no encenderá. Ocurre que a 95% de los electores no se le presenta problema alguno. Pero al resto sí. Puede que la huella no pueda leerse. Estos últimos, en una frecuencia de 1 por cada 400, son votantes aleatorios, no vienen uno tras otro.
En ese punto, el presidente de la mesa abre un sobre sellado con una clave para permitirle al ciudadano votar. Y no puede volver a hacerlo de inmediato. Cuando se presenta un caso similar, hay que solicitar una segunda clave.
De acuerdo con Picón, en las elecciones de 2021 esta segunda clave se usó 170 veces en un universo de más de 3.000 puntos de sufragio.
El mito de sumar votos sin que estén presentes los votantes no se sostiene bajo esta explicación. Un proceso que todas las organizaciones conocen. La captahuella, indica Picón, protege al ciudadano de la suplantación de identidad.
Los resultados electorales históricos también muestran que es muy baja la cantidad de mesas de votación en las que todos sus inscritos participaron. Picón mostró gráficos con estos datos, en los que después de 70% de participación hay una caída abrumadora de participación por centro. “Incluso sin testigos es imposible alterar los resultados a favor de un candidato”.
Que el voto no es secreto, dicen…
Picón, exrector del CNE, informó que otro de los mitos es que en el proceso electoral se pueda determinar qué persona votó por cuál candidato. El sistema electoral está configurado de una manera que los datos de uno no se comunican con el otro.
El exrector lo comparó con el sistema de exploración en Internet. “Usted puede estar reservando un vuelo de avión y puede estar viendo su saldo en el banco. Uno no sabe qué información tiene el otro”.
Captahuella y máquina de votación: inseparables
Otro elemento que le da fortaleza a los planteamientos de Picón es que la máquina de votación no funciona sin la captahuella. No es posible desactivar el lector biométrico para que sumen votos a un candidato en particular; la máquina estaría apagada.
Los testigos y el código QR en las actas
Además de tumbar todos estos mitos, Picón recuerda que los testigos de mesa siempre estarán allí para vigilar el proceso y defender el voto a su partido u organización política. Ahora, además, el acta de votación, que es un documento legal, viene con un QR que pueden escanear y transmitir a sus respectivos comandos.
Fluidez, libertad y transparencia
Son tres los elementos clave para vigilar la elección del 28 de julio y dejar de lado los mitos que solo desmotivan el voto.
El primero, la fluidez con que se desarrolle la jornada, que puede verse afectada por fallas técnicas, errores humanos, el clima o cualquier otra incidencia. Es aquí donde los ciudadanos deben denunciar posible “operación morrocoy” para retrasar intencionalmente la votación.
Luego está la libertad con la que se ejerce el sufragio. El voto asistido está en la mira: debe ser supervisado y controlado: solo una persona puede asistir a otra.
Y después está la transparencia con que el árbitro electoral se muestra en el proceso, el acceso a los testigos, las auditorías a las mesas seleccionadas y la entrega final de los resultados.
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