Una de las primeras megabandas de Venezuela, conocida como el Tren del Llano, ha estado en el ojo del huracán desde noviembre de 2021, y tras meses de una ofensiva feroz por parte de las fuerzas de seguridad en Venezuela, el grupo parece encontrarse entre la espada y la pared, según el análisis de InSight Crime.
La expansión del grupo en el 2020, hacia el estado Sucre, al nororiente del país, les permitió lucrarse de las rutas de narcotráfico que pasan por allí rumbo al Caribe. Sin embargo, algunas versiones afirman que Gilberto Malony Hernández, alias Malony, y su grupo robaron un cargamento de cocaína vinculado con el Cartel de los Soles, una red de células en el ejército de Venezuela dedicadas al narcotráfico. Como respuesta, el 8 de noviembre de 2021, 500 hombres de las fuerzas de seguridad venezolana se desplegaron en las comunidades de San Juan de Unare y San Juan de las Galdonas, en el estado Sucre para acabar con el grupo.
En los enfrentamientos, 18 miembros de la banda fueron dados de baja, entre ellos el líder del Tren, alias Malony. Aunque el grupo se replegó, en diciembre de ese año publicaron dos videos, afirmando que mantenían su presencia en el estado Sucre, así como en su bastión histórico en el estado de Guárico.
- ¿Por qué el gobierno de Venezuela persigue al Tren del Llano?
- Nicolás Maduro insiste en que «El Topo» y «El Picure» tenían vinculos con la «extrema derecha»
Persecución al Tren del Llano
Pero la persecución al Tren del Llano no había terminado, indicó InSight Crime. Cuando una célula del grupo en Zaraza, Guárico, publicó un video extorsionando a productores agropecuarios en abril de este año, el régimen respondió con la Operación Trueno. Con un despliegue de 800 hombres y 10 tanquetas, las fuerzas de seguridad han capturado y dado de baja en los últimos meses a varios miembros del grupo.
Sin embargo, el golpe más importante no lo dieron las fuerzas de seguridad. Carlos José Pirela Armas, alias Carlos Pirela, que fue señalado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) como el nuevo líder del grupo en Guárico, fue asesinado, presuntamente, por sus compañeros en armas el 24 de mayo.
Análisis de InSight Crime
Las operaciones del gobierno venezolano contra el Tren del Llano han puesto al grupo en una situación bastante precaria, exacerbada por las divisiones internas dentro de la megabanda.
El Tren del Llano fue una de las primeras megabandas en surgir en Venezuela, con presencia en el estado Guárico desde al menos el 2008. Bajo el mando de Antonio Tovar Colina, alias el Picure, el grupo se expandió por Guárico y las fronteras de los estados vecinos de Miranda y Aragua. El Picure, por su parte, se convirtió en uno de los criminales más buscados de Venezuela, estatus que mantuvo hasta su muerte en 2016.
Sin embargo, a diferencia de 2016, cuando Malony asumió el liderazgo del grupo luego de la muerte del Picure, el grupo no ha tenido un líder claro al cual obedecer, mucho menos tras la caída de Malony en noviembre de 2021. Sumado a esto, el asesinato de Carlos Pirela, que se perfilaba como uno de los posibles líderes del grupo, a manos de sus propios hombres, deja claros los problemas internos que existen dentro del grupo.
El posible fraccionamiento interno del grupo pone también en duda su capacidad para mantenerse presente en Sucre y Guárico, al tiempo que las operaciones en su contra continúan. El régimen venezolano ya ha tenido éxito en operaciones similares, como la que desplegaron contra Carlos Luis Revette, alias el Koki en la Cota 905, y que terminó con su muerte en febrero de 2022.
Sin embargo, el gran despliegue de efectivos militares en Guárico también ha sido costoso para el gobierno. Aunque han logrado dar con varios miembros del Tren del Llano, existen denuncias sobre detenciones extrajudiciales, allanamientos ilegales y otros abusos a la población en medio de los operativos. Además, existen dudas sobre la capacidad del régimen de acabar completamente con la banda en Guárico, donde tienen una presencia histórica, pues es posible que reductos del grupo reaparezcan con el cese de las operaciones.