Una mujer, dueña de un local comercial en Punta Arenas, Chile, fue víctima de un ataque telefónico por parte de delincuentes pertenecientes al grupo criminal Tren de Aragua, una banda venezolana que opera en distintos países.
La víctima, que resguardó su identidad, relató al medio local Pingüino Multimedia que vivió momentos de temor junto a su familia y trabajadores.
La mujer contó que estaba terminando su turno de trabajo cuando recibió una llamada proveniente de un código telefónico que no era chileno. Cuando contestó, se dio cuenta de que le hablaba una persona extranjera.
«Él me dijo que estábamos mal si no cooperaba, que él era del Tren de Aragua, que él tenía gente cerca de donde estaba, en la calle en la que yo estaba», agregó la mujer.
El delincuente le aseguró que trabajaba con muchas personas, y que algunas de ellas le entregarían un sobre con los nombres de las personas que le querían hacer daño. «Luego salió con que posteriormente me mataría si no le dábamos dinero, que tenían fotos nuestras y de los trabajadores», detalló la afectada.
La mujer trató de extender la llamada para poder grabar la conversación y pedir ayuda. «Me decía que no cortara la llamada, y cuando no le hablaba, me gritaba, me insultaba, era extranjero, él me empezó a decir que le entregara el dinero, yo lo empecé a tramitar hasta que me cortó. Fuera del local había un vehículo con dos personas, yo pensé que estaban esperando una orden de algo y fui a preguntarle qué hacían y me dijeron que estaban trabajando».
Antes de que se cortara la llamada, la mujer puso el teléfono en altavoz y pidió ayuda a otra trabajadora del local. Ella llamó a Carabineros, y aunque al principio no se pudieron comunicar, finalmente las autoridades enviaron una patrulla.
«Llegaron los Carabineros, los hice pasar, me tomaron la denuncia y me dijeron que pasaba a Fiscalía, pero me aconsejaron que fuera a la Fiscalía para hacer la denuncia, porque uno nunca sabe qué puede pasar», agregó.
«Yo me asusté mucho, estaba sola, fue horrible, quede súper afectada, fue como un asalto telefónico porque uno se acostumbra al cuento del tío, que te piden plata, pero que te amenacen con que te van a matar es horrible. Tengo las grabaciones, voy a presentar todo (a las autoridades)», concluyó.
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