VENEZUELA

El sistema de salud en cifras: de la crisis al colapso (lo que señala HumVenezuela)

por El Nacional El Nacional

La Emergencia Humanitaria Compleja ocasionó el colapso del sistema de salud público en Venezuela, deteriorado por más de dos décadas en sus capacidades físicas, institucionales y financieras, lo cual afecta a 23,7 millones de personas, 83,4% de la población nacional, en sus necesidades de salud, la mayoría en situación de pobreza, sin ninguna protección financiera ni recursos económicos para enfrentar gastos de enfermedad, indicó HumVenezuela haciendo referencia a los resultados del Informe Nacional de Seguimiento de la Emergencia Humanitaria Compleja en Venezuela.

“La caída de las capacidades sanitarias en el país ha generado una triple afectación a la salud de la población: una excesiva prevalencia de enfermedades, con mayor peso de las crónicas, sin diagnóstico o no diagnosticadas a tiempo por la pérdida de servicios, ni tratadas adecuadamente debido al agotamiento severo o ausencia de tratamientos; la reaparición de enfermedades erradicadas y su conversión en epidemias; y una creciente mortalidad asociada al deterioro físico, operativo y falta de saneamiento de los centros de salud”, señaló.

“Bajo estas difíciles circunstancias, al menos 18,4 millones de personas con enfermedades se encuentra en gran vulnerabilidad; de ellas, 14,8 millones perdió servicios de salud, 11,4 millones carece de recursos mínimos para gastos médicos; y 7,9 millones presenta problemas graves, sin atención garantizada en los centros de salud públicos disponibles, que ponen en riesgo sus vidas e integridad física”, agregó.

Sistema de salud deteriorado

HumVenezuela afirma que en el país 23,8 millones de personas depende del sistema de salud público para atender sus necesidades de salud. El sistema de salud concentra el mayor número de establecimientos, servicios y camas hospitalarias del país que administran distintos entes prestadores (Ministerio del Poder Popular para la Salud, MPPS; Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, IVSS; y Misión Barrio Adentro, entre otros). Hasta 2014, 15 millones de personas no contaban con ningún tipo de seguro médico, a las que se sumaron 4,5 millones de personas en 2018, al perder sus pólizas de seguro por la hiperinflación (Encovi 2017, 2018) y 4 millones de trabajadores/as públicos asegurados, con planes limitados para cubrir los costos del sector privado.

La fragmentación, la corrupción y el desfinanciamiento del sistema de salud, evidenciado en una caída de 63,6% en la contribución del gasto público al gasto de salud de los hogares (OPS, 2018), llevó a que entre 2012 y 2016 el sistema sanitario público entrara en crisis con la pérdida de 40% de sus capacidades de prestación de servicios. Entre 2017 y 2019, la crisis se transformó en colapso con el cierre o inoperatividad de 80% de la atención primaria, 60% de la atención ambulatoria especializada y 69,5% de la hospitalaria (Provea, 2019; Médicos por la Salud, 2019). En esta emergencia, 14,8 millones de personas con problemas de salud fueron privadas de servicios y, de ellas, al menos 11,3 millones no tenía medios económicos para gastos de enfermedad.

sistema de salud

Protesta de miembros del personal de salud. Foto: Punto de Corte

Servicios de salud

El colapso del sistema de salud público afecta directamente a 18,4 millones de personas (65% de la población) con problemas de salud de mayor prevalencia (48,7% crónicos y 35,7% agudos). De este total de población, 7,9 millones de personas presenta problemas de salud graves (24,4% crónicos y 11,4% agudos) sin atención garantizada en el sistema, debido a que los centros de salud perdieron 46,7% de las camas y 80,8% de las camas en unidades de cuidado intensivo; 51% de las salas de cirugía o pabellones; 38,3% de la actividad quirúrgica; 85% de los equipos médicos; y 90% de las capacidades para realizar exámenes de laboratorio.

Atención en hospitales públicos

Con las altas deficiencias que presentan los hospitales públicos, al menos 900 mil personas con problemas de salud graves enfrentan alto riesgo de fallecer por no conseguir atención o recibirla de manera inadecuada y/o insegura en los servicios. Sobresale en los hospitales que, 70% no dispone de medios para diagnóstico y terapia cardiovascular (Médicos por la Salud); 57% del personal médico y 62% de enfermería capacitado dejaron sus puestos de trabajo (Federación Médica Venezolana, Gremios de Enfermería). En 82% de los hospitales públicos había escasez de insumos quirúrgicos y reactivos de laboratorio y, en 50%, de insumos básicos y medicamentos (Médicos por la Salud). A marzo de 2020, 55% de los hospitales públicos no contaba con plantas eléctricas y en 63% había interrupciones frecuentes de energía eléctrica; 80% operaba en infraestructuras deterioradas; 70% no tenía suministro regular de agua; y en 88% había problemas de saneamiento (OCHA).

Medicamentos

Entre 2014 y 2019, las importaciones públicas y privadas de medicamentos cayeron 96% y la producción nacional en 89,9%. Esta severa contracción en la disponibilidad de medicinas redujo las capacidades de distribución en 83%, causando una escasez promedio de 71,6% en medicinas para enfermedades agudas (infecciones respiratorias y diarreas) y de 60% para enfermedades crónicas (diábetes e hipertensión) hasta diciembre de 2019 (ConviteAC). En el caso de medicamentos de alto costo, la suspensión de compras del Estado para surtir a programas de entrega gratuita provocó alrededor de 71% de agotamiento en todo el país.

Salud de las mujeres y niños

La mayoría de las 749.000 embarazadas y 1,2 millones de niños menores de cinco años de edad son parte de las poblaciones afectadas con mayor vulnerabilidad a riesgos para la salud por la inoperatividad de servicios y elevadas deficiencias del sistema sanitario público. Debido a la pérdida o deterioro de la atención obstétrica en centros de salud públicos, 427.000 embarazadas (57%) se encuentran en riesgo; de estas, 23% son embarazadas adolescentes. El riesgo aumenta para los recién nacidos, 79% de los cuales son más vulnerables a las severas deficiencias que presentan los servicios materno-infantiles del país. Al mismo tiempo, 96% de los niños y niñas menores de un año de edad sufren de diarreas, para las cuales los servicios de salud no disponen de condiciones de atención oportunas ni adecuadas y al menos 40% de estos niños no han recibido una inmunización completa.

Epidemias

En estos últimos años de emergencia, 20,2 millones de personas (71%) ha estado expuesta a enfermedades que se expandieron o resurgieron como epidemias en gran parte de los estados del país por causa del debilitamiento de los programas de salud pública y de vacunación y del desplazamiento interno de la población, incorporada a la minería ilegal u otras actividades informales ante el severo deterioro económico del país. Entre estas enfermedades, destacan la malaria, presente en 20 de los 24 estados del país, y el sarampión y la difteria, en unos 17 estados. Entre 2010 y 2019, la malaria tuvo un ascenso de 882%, pasando de 45.000 a 400.000 casos; la difteria reapareció con 58 casos en 2016 y aumentó en 3.078% al acumular 1.785 casos hasta 2019; el sarampión en niños, niñas y adolescentes se elevó en 970%, creciendo de 727 casos en 2017 a 7.054 en 2019.

80 trabajadores de la salud han muerto a consecuencia del coronavirus en Venezuela

Trabajadores de la salud enfrentan el coronavirus en condiciones deplorables. Foto: VOA

HumVenezuela

“HumVenezuela es una plataforma independiente desarrollada por la sociedad civil venezolana para el monitoreo, documentación y seguimiento de la Emergencia Humanitaria Compleja que se vive el país desde 2016. Estas crisis causan una grave situación de inseguridad humana, con múltiples y masivas necesidades de protección y asistencia, como consecuencia de la privación sistémica de derechos humanos”, se detalla en su página web.

“HumVenezuela es producto de una amplia comunidad de actores de la sociedad civil que trabajan por los derechos de todas las personas en Venezuela, dedicados a diversas temáticas, disciplinas y poblaciones, a nivel local, nacional e internacional. Estos actores son investigadores, académicos, profesionales que prestan servicios, periodistas, sindicatos, gremios, redes, coaliciones, organizaciones de desarrollo, organizaciones de derechos humanos y organizaciones de base”, agrega.