El régimen de Nicolás Maduro se ha convertido en un problema para Latinoamérica por sus nexos con el terrorismo internacional, señaló Fausto Cobo Montalvo, parlamentario andino por Ecuador. Es además coronel en servicio pasivo del Ejército.
En entrevista con El Nacional destacó que será la voluntad del pueblo la que posibilitará el regreso de la democracia al país. Pidió a los opositores venezolanos demostrar su liderazgo y dejó entrever que no todas las Fuerzas Armadas están sumisas al régimen. “Por ahí siempre hay un buen militar que sale, un verdadero militar”, señaló.
Cobo participó en la asonada golpista que derrocó al presidente Jamil Mahuad, el 21 de enero de 2000. Estuvo preso. Recibió la amnistía del Congreso. Fue electo al Parlamento Andino por CREO, una agrupación política liderada por Guillermo Lasso, dos veces candidato a la presidencia de Ecuador.
“A Juan Guaidó y a los que están en la oposición les digo que no esperen mucho de afuera. Ellos tienen que organizar y, desde dentro (se llama maniobra de líneas interiores) conseguir la libertad, la vuelta a la democracia”, agregó.
“La voluntad de lucha de los venezolanos honestos, que son la gran mayoría, tiene que unirse y presionar. El desgaste es una estrategia que, en algún momento, da sus frutos”, dijo.
“Yo creo que el régimen de Maduro va a caer por la corrupción, por los nexos que tiene con el crimen organizado, con el narcotráfico y con el tráfico de armas. Van a pagar”, aseguró.
El régimen de Maduro conspira contra la libertad continental
Cobo manifestó su pesar por el hecho de que Venezuela no pertenezca a la Comunidad Andina de Naciones, decisión que tomó el régimen de Hugo Chávez y luego refrendado por Maduro. “Me da mucha pena que no la tengamos en este foro latinoamericano y que, en lugar de eso esté, desde una zona liberada para extremistas y la izquierda totalitaria, generando violencia y odio que están afectando a toda la sociedad y la institucionalidad”.
Advirtió que con las dictaduras no hay ninguna posibilidad de negociación. “Ellos queman tiempo, engañan. Son expertos. Utilizan los espacios de la izquierda internacional para la verborrea, para enfrentar a pobres y ricos. Su estrategia es clara: hay que dividir para poder gobernar”, indicó.
Recalcó que desde los organismos internacionales hay que presionar, aunque no se tenga la fuerza para coaccionar de manera física.
Dudó sobre la efectividad que pudiese tener pedir la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en el caso venezolano. “Hay intereses que son globales. Una medida como esa activa los intereses de todo el mundo, y hay muchos contrapuestos”, señaló.
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El dolor que ocasiona
Coba dijo que siente dolor por lo que ocurre en Venezuela. “Da pena saber que un Estado que fue referente de desarrollo económico, está padeciendo este genocidio que obliga a los venezolanos a huir de su país, convertido en un campo de concentración”, advirtió.
Llamó a la generosidad de los ciudadanos de cada país.
Pidió a las Fuerzas Armadas no comportarse como asalariados. “Aquí Rafael Correa también las debilitó. Convirtió a los militares, igual que en Venezuela, en mercenarios al servicio de un gobierno, no del pueblo ni de la institucionalidad”, explicó.
La pandemia
Cobo indicó que la pandemia marcó los límites entre lo que se tenía antes y lo que se vive ahora. “La crisis es estructural, No solo es de salud. Es política, es económica, es social. Las instituciones que se crearon en la anterior etapa geopolítica llegaron a esta desgastadas, debilitadas. Y la humanidad con la pandemia ha acelerado los procesos. Se mira la vida de otra manera”, aseguró.
Alertó sobre la excusa de usar la crisis para justificar el vandalismo. “Los Estados han perdido la capacidad de disuasión frente a las amenazas y los factores adversos. No hablo solo de policías y militares. La seguridad es integral. El Estado tiene la obligación de disuadir, pero no lo hace”, manifestó.
Señaló que debían recuperarse las instituciones para que ejerzan la autoridad. Dijo que la crisis que se vive en este momento no se soluciona fácilmente porque no es de coyuntura, es estructural, y las vulnerabilidades estratégicas no son fáciles de solucionar, duran un tiempo”, advirtió.
Pidió estar atentos porque desde Venezuela se impulsa un modelo insurreccional que busca la desinstitucionalización de los Estados.
“Lo llaman la revolución molecular disipada. Las moléculas llegan al objetivo, ni siquiera se conocen, se juntan, destruyen, destrozan y salen. Es un nuevo terrorismo”, subrayó.