El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en ingles) firmó este lunes un memorando de entendimiento para establecer presencia en Venezuela e iniciar una operación humanitaria.
El Programa proporcionará comidas escolares nutritivas a niños, particularmente en las escuelas de educación preescolar y especial, detalla una nota de prensa de la institución. También invertirá en la rehabilitación de los comedores escolares y capacitará al personal escolar sobre las prácticas de seguridad alimentaria.
«Con este acuerdo, el WFP avanzará con su plan de llegar progresivamente a 1,5 millones de niños y niñas en las escuelas de las zonas más afectadas por la inseguridad alimentaria», dijo Beasley.
«Los niños, las niñas y las escuelas estarán en el centro de nuestra operación. Creemos que la escuela es la plataforma más apropiada para que el WFP llegue a las comunidades de manera independiente”, agregó.
La nota de prensa detalla que la operación alcanzará hasta 185.000 niños a finales de este año. A través de una ampliación gradual, tiene como objetivo proporcionar comidas diarias a 1,5 millones de estudiantes para finales del año escolar 2022-2023. Su presupuesto anual previsto de 190 millones de dólares forma parte del Plan de Respuesta Humanitaria de Venezuela.
El domingo el ministro de Relaciones Exteriores del régimen, Jorge Arreaza, recibió al director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, David Beasly. La Cancillería indicó que “cumplirá una intensa jornada de trabajo” en beneficio de la seguridad alimentaria de los venezolanos.
En agosto del año pasado decenas de personas y organizaciones firmaron un comunicado que solicitaba al Estado permitir la entrada del Programa a Venezuela, considerando la crisis agravada por la pandemia de covid-19.
El último boletín de Cáritas Venezuela sobre la desnutrición y la seguridad alimentaria, que monitorea 13 estados del país, indica que 34% de los niños evaluados tenía algún grado de desnutrición aguda o estaban en riesgo de tenerla.
Otras encuestas independientes, como la Encovi, realizada por las principales universidades del país, dan cuenta también de la situación alimentaria del país: al menos 639.000 niños menores de 5 años tiene desnutrición crónica.
En 2020 el Programa Mundial de Alimentos de la ONU fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos “en la lucha contra el hambre, su contribución para mejorar las condiciones de paz en las zonas afectadas por los conflictos y por haber impulsado los esfuerzos para no convertir el hambre en un arma de guerra”.