VENEZUELA

El plan de Maduro para 2025: separar las elecciones de alcaldes, gobernadores y parlamentarias

por El Nacional El Nacional

Este viernes 9 de noviembre, Nicolás Maduro propuso celebrar las elecciones pautadas para el 2025 por separado. Es decir, realizar primero los comicios municipales, luego los regionales y, por último, los parlamentarios.

“Pareciera que lo mejor sería ir a una elección separada. Primero alcaldes, después gobernadores y después el Parlamento, pero esa es mi opinión, es una opinión más en el debate”, dijo durante su participación en la inauguración de los Juegos Deportivos Nacionales 2024 en el estado Anzoátegui.

De acuerdo con la legislación electoral venezolana, cada cuatro años se eligen gobernadores, consejos legislativos, alcaldes y cámaras municipales. Además, cada cinco años se vota por los diputados de la Asamblea Nacional.

Esto significa que en 2025 deberían realizarse simultáneamente las elecciones para renovar alcaldes, gobernadores, diputados regionales y nacionales. Así como concejales de los 335 municipios del país.

No obstante, en el contexto político actual de Venezuela, existe un debate dentro de la Asamblea Nacional, controlada por el chavismo desde 2020, sobre una reforma de las leyes electorales.

Estas reformas podrían excluir a la oposición, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática, de participar en los próximos comicios. Pues la oposición alega que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó las elecciones presidenciales del 28 de julio. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro como vencedor y no ha revelado detalles específicos de los resultados, a pesar de que la legislación lo exige.

¿Por qué Maduro quiere reformar el proceso de elecciones?

La propuesta de reforma electoral surgió tras los cuestionamientos de entidades como el Centro Carter y el Panel de Expertos de la ONU, que avalaron la publicación de las actas de la oposición y denunciaron irregularidades en el proceso electoral.

Durante una sesión del Parlamento el 13 de agosto, Jorge Rodríguez, presidente del Legislativo, sugirió modificar las leyes para evitar la presencia de observadores internacionales en futuros comicios. Y argumentó que «ningún extranjero» debería interferir en los procesos electorales del país.